(Libertad Digital) El pasado 1 de marzo, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmaba que la excarcelación de De Juana fue una decisión que había tomado "personalmente" por "razones legales y humanitarias", ya que, según dijo, el Gobierno quería "evitar su fallecimiento" y "permitir su recuperación".
"Creo que habría fallecido, según los informes médicos de que dispongo. Una de las diferencias entre los terrorista y los que no lo somos es que a nosotros nos importa la vida y ahí reside nuestra mayor legitimidad moral. El derecho a la vida, tanto física como en su vertiente moral, constituyen el soporte fundamental de los demás derechos de la Constitución", afirmó.
Sin embargo, la situación del sanguinario etarra no es ni mucho menos tan traumática como el Gobierno ha querido dejar entrever. Y es que el día de su llegada al hospital Donostia de San Sebastián ya ingresó por su propio pie, sin que fuera necesario introducirle en el complejo hospitalario en una camilla.
En las últimas semanas se han desvelado muchos de los privilegios que el terrorista tiene en el centro hospitalario, pese a estar en prisión atenuada. Uno de ellos, y el más apreciable es el de sus salidas del hospital. Lo que hace unas semanas parecía un hecho excepcional, que el etarra saliese del centro donde está ingresado, parece que comienza a ser habitual.
Después de que la Cope y El País denunciasen sus salidas a la calle hace unas semanas, este viernes, los informativos de Antena 3 televisión emitían unas imágenes propias en las que se puede ver al terrorista de ETA, con un aspecto bastante saludable y con paso firme, paseando por una calle cercana al hospital. A pocos metros de él le seguían los dos escoltas de la Ertzainza que le ha asignado el Gobierno vasco.