L D (Agencias) Este jueves por la mañana se ha reunido la Junta de Portavoces del Parlamento vasco, compuesta por representantes del PNV, EA, IU, PP y PSE. En la reunión, los portavoces del PP y del PSE han pedido que se ejecutase la decisión tomada el miércoles por el Tribunal Supremo para disolver de inmediato el grupo de Socialistas Abertzales, es decir, el brazo político de ETA. Sin embargo, los grupos que sustentan al Gobierno vasco –PNV, EA e IU– han votado en contra de esta solicitud y han decidido que el tema se trate el martes de la próxima semana, cuando está convocada la reunión de la Mesa del Parlamento vasco.
"Defensa a ultranza", dimisión incluida
Tras la reunión, el presidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa, anunció ante la prensa que mantendrá “hasta el final la defensa a ultranza de la dignidad” de la institución que preside, ante lo que consideró una nueva “invasión” en las competencias del Legislativo por parte del Poder Judicial. Atutxa rechazó la disolución inmediata del grupo de la antigua Batasuna apelando a la capacidad organizativa interna del Parlamento, y afirmó que una medida de este tipo sólo tendría encaje en una reforma del Reglamento de la Cámara.
El presidente del Parlamento reconoció su "perplejidad" porque, "una vez más, se ha vuelto a invadir un área que es competencia de este legislativo", al considerar que la organización interna de los grupos corresponde en exclusiva a la Cámara y que, por tanto, la resolución del Supremo "no respeta la división de poderes y la capacidad organizativa" del Parlamento. Atutxa aseguró que va a mantener una "defensa a ultranza de lo que debe ser defendido como dignidad de esta institución", hasta sus últimas consecuencias, por lo que dijo que, "antes de hacer dejación de mi obligación de defensa de la dignidad de este Parlamento, prefiero dimitir".
El reglamento no contempla la disolución de un grupo parlamentario, por lo que Atutxa argumenta que, en primer lugar, sería necesario reformar las normas internas que rigen el funcionamiento del Parlamento vasco para, después, proceder a la disolución del grupo de ETA. Aprovechando esta cuestión, el presidente de la Cámara vasca pretende retrasar al máximo el cumplimiento efectivo de la resolución dictada este miércoles por el Tribunal Supremo, que exige al Parlamento de Vitoria la disolución inmediata del grupo de Socialistas Abertzales.
Mientras, Javier Madrazo, coordinador de IU en el País Vasco ha llegado incluso más allá, al anunciar que su grupo presentará una proposición no de ley que inste al Gobierno vasco –del que forma parte junto a PNV y EA– a interponer un conflicto de jurisdicción con el Supremo para suspender la resolución. En el caso de IU, la cuestión le afecta directamente en el bolsillo, ya que los siete parlamentarios de Socialistas Abertzales se verían obligados a pasar al Grupo Mixto cuando su grupo sea disuelto, por lo que IU tendrá que compartir su subvención con ellos.
"Defensa a ultranza", dimisión incluida
Tras la reunión, el presidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa, anunció ante la prensa que mantendrá “hasta el final la defensa a ultranza de la dignidad” de la institución que preside, ante lo que consideró una nueva “invasión” en las competencias del Legislativo por parte del Poder Judicial. Atutxa rechazó la disolución inmediata del grupo de la antigua Batasuna apelando a la capacidad organizativa interna del Parlamento, y afirmó que una medida de este tipo sólo tendría encaje en una reforma del Reglamento de la Cámara.
El presidente del Parlamento reconoció su "perplejidad" porque, "una vez más, se ha vuelto a invadir un área que es competencia de este legislativo", al considerar que la organización interna de los grupos corresponde en exclusiva a la Cámara y que, por tanto, la resolución del Supremo "no respeta la división de poderes y la capacidad organizativa" del Parlamento. Atutxa aseguró que va a mantener una "defensa a ultranza de lo que debe ser defendido como dignidad de esta institución", hasta sus últimas consecuencias, por lo que dijo que, "antes de hacer dejación de mi obligación de defensa de la dignidad de este Parlamento, prefiero dimitir".
El reglamento no contempla la disolución de un grupo parlamentario, por lo que Atutxa argumenta que, en primer lugar, sería necesario reformar las normas internas que rigen el funcionamiento del Parlamento vasco para, después, proceder a la disolución del grupo de ETA. Aprovechando esta cuestión, el presidente de la Cámara vasca pretende retrasar al máximo el cumplimiento efectivo de la resolución dictada este miércoles por el Tribunal Supremo, que exige al Parlamento de Vitoria la disolución inmediata del grupo de Socialistas Abertzales.
Mientras, Javier Madrazo, coordinador de IU en el País Vasco ha llegado incluso más allá, al anunciar que su grupo presentará una proposición no de ley que inste al Gobierno vasco –del que forma parte junto a PNV y EA– a interponer un conflicto de jurisdicción con el Supremo para suspender la resolución. En el caso de IU, la cuestión le afecta directamente en el bolsillo, ya que los siete parlamentarios de Socialistas Abertzales se verían obligados a pasar al Grupo Mixto cuando su grupo sea disuelto, por lo que IU tendrá que compartir su subvención con ellos.