(Libertad Digital) Dos situaciones idénticas han tenido desenlaces bien distintos. El presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, ha ordenado que se abrieran las puertas de la Cámara para que pudiera entrar a votar un proyecto de Ley sobre el suelo el diputado del PSE Jesús Eguiguren. Se lo pidió el diputado Rodolfo Ares y Atutxa, esta vez, accedió.
Este pasado miércoles, el presidente del parlamento admitió como posibilidad que el PSE estuviera presente en el Gobierno vasco. Lo interpretó como algo normal basándose en que en el pasado los socialistas han ocupado consejerías en Vitoria. Eguiguren, uno de los socialistas vascos más próximo a las tesis del nacionalismo, no podía faltar a una votación. ´
Aunque queda por analizar cómo hubiera afectado su ausencia en la votación, lo cierto es que la situación es la antítesis de lo ocurrido en diciembre de 2002 cuando los partidos que sostienen el Gobierno de Ibarretxe montaron una rápida argucia al percatarse de que Jaime Mayor Oreja no llegaba a tiempo de votar los presupuestos vascos. Rápidamente los del tripatito pasaron la consigna de renunciar a su turno de palabra y forzar el paso a la votación. El PP no supo reaccionar y con Mayor Oreja ya a las puertas de la Cámara vasca, se procedió a votar.