L D (EFE) El actual presidente del PPC, Daniel Sirera, y el expresidente del PPC Alberto Fernández Díaz han constatado este jueves, tras almorzar juntos, que ninguno está dispuesto a retirar su candidatura para liderar el PPC en el congreso que los populares catalanes harán los próximos 5 y 6 de julio.
Según fuentes del PPC consultadas por Efe, el almuerzo, que se ha celebrado en un restaurante de Barcelona, no ha resuelto la división que existe entre ambos, por lo que, salvo que la dirección nacional lo impida, parece difícil que en el congreso del PPC haya una candidatura de consenso. Y es que, según estas fuentes, ambos están convencidos de que pueden ganar el congreso del PP catalán, y aunque coinciden en que no quieren un cónclave "de confrontación", ni uno ni otro dan un paso atrás en sus aspiraciones.
Aunque la dirección nacional esgrime estos días el nombre de la senadora Alicia Sánchez-Camacho para encabezar una candidatura de consenso, fuentes próximas a Sirera han dicho a Efe que éste mantendrá su candidatura hasta el final. En la misma línea, fuentes próximas a Fernández Díaz han precisado a Efe que el presidente del grupo municipal del PPC en el Ayuntamiento de Barcelona sigue pretendiendo "encabezar" una candidatura "de integración", y no entran a valorar el nombre de Sánchez-Camacho.
Entre tanto, ambos se reunieron ayer con la vicesecretaria de organización del PP, Ana Mato, que les pidió que configuren una candidatura unitaria. Según fuentes del PP catalán, Mato dijo a ambos que si no hay posibilidad de acuerdo se tendrían que explorar "otras vías", una alusión que las fuentes consultadas interpretan como que la dirección estaría dispuesta a presionar para que retiren sus candidaturas en favor de una de consenso.
En este contexto, los aspirantes a la presidencia del PP catalán, Montserrat Nebrera incluida, prevén continuar con los contactos entre ellos en los próximos días. En cuanto a las reuniones de dirigentes del PPC con la dirección nacional, está previsto que continúen en principio la semana que viene, puesto que Mato viajará mañana al País Vasco para intentar resolver la crisis de los populares vascos.