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"Me preparo mucho psicológicamente para dejar de ser presidente"

Aderezada de fotos del presidente haciendo jogging, La Vanguardia publica una entrevista a Zapatero sobre su concepto de Dios, de la muerte, del poder, de Sonsoles… Entre elogios a las mujeres hay también palabras sobre Aznar. No ve "exagerado" estar doce años en el poder.

L D (EFE) El magazine de La Vanguardia califica de "íntima" la entrevista, y en efecto el presidente se explaya en ella tocando asuntos tan dispares como su "talante" con sus hijas, el momento en que conoció a Sonsoles Espinosa o su concepto del poder, la religión y las mujeres.

El presidente del Gobierno considera que "la tarea política es una permanente lucha por poder cumplir la palabra dada", porque se tiende a considerar que los políticos no cumplen y porque es difícil a causa de las limitaciones a la hora de tomar decisiones.

Sobre las dificultades que entraña el cumplimiento de la palabra dada concluye: "Uno no puede expresar que el Gobierno tiene grandes limitaciones a la hora de tomar decisiones, pero es así. Es una de las cosas que en política hay que combatir".

En cuanto a las críticas que comporta la actividad política, está convencido de que "es bueno que el poder sepa aguantar la crítica" y, aunque personalmente reconoce que, a veces, no es agradable, cree que hay que asumirlo porque "eso favorece la democracia. Al poder hay que vigilarlo", afirma.

Zapatero afirma que todas las decepciones que tiene son "en el terreno político". Y siempre le llegan "al descubrir la soberbia, el mirar a alguien por encima del hombro, despreciar una valoración, un comentario". Y concluye con una de sus lapidarias frases: "Lo que más rebeldía me produce es la soberbia"

El presidente del Gobierno, que asegura que tuvo "una adolescencia y una juventud felices", explica que de su madre aprendió "la idea de la austeridad y la sencillez", mientras que su padre le transmitió "la honestidad en las ideas, en los comportamientos, la lealtad a los ideales".

Zapatero prefiere acercarse a la gente sencilla porque cree "es la que más da", dice, y recuerda que cuando acudió a una manifestación contra el 23-F lo hizo, además de por convicciones políticas, para estar cerca de su mujer, Sonsoles Espinosa, a la que acababa de conocer.

No ahorra elogios para su esposa y también para las mujeres en general, a las que considera más sensibles, capaces de trabajar en equipo y a las que ve con "menos vanidad y menos celos" que a los hombres. Rodríguez Zapatero se considera un padre "tolerante y comprensivo" que recuerda a sus dos hijas que cuando abandonen la Moncloa "van a tener que luchar como cualquier otro".

Asegura que se prepara "mucho psicológicamente" para cuando deje el poder y, en este sentido, cree que ocho años es "un tiempo razonable" aunque doce no lo ve "exagerado". Y afirma que "dejar de ser presidente es un cambio brutal, por eso yo tengo mucha comprensión hacia Aznar". En su opinión, "cuanto más has amado el poder, más se te nota lo a disgusto que estás fuera de él".

Afirma que no teme a la muerte y que su temor "más intenso" es no poder despedirse de sus seres queridos. Dice tener una "posición pacífica" ante ella porque "la vida hay que vivirla sin angustia". "Estoy en paz con el más allá", añade.

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