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El asalto a Trillo en el Congreso y la provocación de Rubalcaba al PP, zanjados sin sanciones

El presidente del Congreso, Manuel Marín, dio este lunes por zanjadas las investigaciones sobre los insultos al ex ministro de Defensa Federico Trillo por parte de los familiares de víctimas del Yak-42 o la provocación del socialista Alfredo Pérez Rubalcaba al diputado popular Rafael Hernando, que venía del entierro de un amigo de Guadalajara. El PP expresó su "frustración" porque había exigido una sanción disciplinaria para los diputados socialistas que invitaron a quienes increparon a Trillo.

El presidente del Congreso, Manuel Marín, dio este lunes por zanjadas las investigaciones sobre los insultos al ex ministro de Defensa Federico Trillo por parte de los familiares de víctimas del Yak-42 o la provocación del socialista Alfredo Pérez Rubalcaba al diputado popular Rafael Hernando, que venía del entierro de un amigo de Guadalajara. El PP expresó su "frustración" porque había exigido una sanción disciplinaria para los diputados socialistas que invitaron a quienes increparon a Trillo.
L D (Europa Press) Marín abrió una investigación tras los insultos vertidos sobre Trillo por parte de los familiares de los militares que viajaban en el Yak-42 y la Mesa tomó medidas para mejorar la seguridad en los pasillos de la Cámara. El presidente también anunció que investigaría la trifulca que protagonizaron en los pasillos del Congreso Hernando y Rubalcaba, tras la provocación del portavoz socialista, a cuenta del incendio de Guadalajara y ya pidió disculpas a los ciudadanos por este episodio. Finalmente, ambas investigaciones se han zanjado sin sanciones porque Marín ha considerado que éstas sólo podían haberse aplicado en el momento en que se produjeron los hechos.
 
El órgano de gobierno de la Cámara abordó también esta tarde el episodio que se produjo en la Diputación Permanente de julio, en la que Marín llegó a suspender la sesión tras llamar tres veces al orden al diputado del PP José Ignacio Echániz, por haber continuado hablando después de que el presidente le quitara la palabra, y en la que acusó al portavoz del Grupo Popular, Eduardo Zaplana, -quien había criticado su forma de dirigir el debate-, de perturbar "seriamente el orden en la sala".
 
La vicepresidenta primera del Congreso, la socialista Carme Chacón, explicó que el objetivo de la reunión era que Marín recabase la opinión de todos los miembros de la Mesa sobre estas cuestiones "para tomar las decisiones al efecto" y que durante el encuentro se había concluido que "ninguna de estas actuaciones puede ubicarse en ninguna de las sanciones previstas por el Reglamento". Chacón aludió a la claridad del Tribunal constitucional, que tiene muchas limitaciones a la hora de aplicar sanciones y que no se puede aplicar por analogía. "Además, la extemporaneidad también impide, por indefensión, ejecutar esas sanciones fuera del plazo previsto para las mismas", señaló.
 
Chacón admitió que las sanciones previstas en el Reglamento sólo hubieran podido aplicarse contra los diputados implicados si así lo hubiese decidido Marín cuando se produjeron los hechos. "Si se podía aplicar el Reglamento era simplemente de manera inmediata a aquel efecto y no ya a día de hoy", agregó.
 
A su juicio, este "castigo" podría haberse aplicado a Echániz o Zaplana, "que negaron la autoridad del presidente para decidir si tenían o no la palabra en la Diputación Permanente", al incidente de Hernando "en aquella presunta agresión a un diputado de esta casa" (Pérez Rubalcaba), y a los familiares de los militares fallecidos, "pero a nadie más que a los señores familiares", cuando increparon a Trillo.
 
El caso de Trillo, diferente
 
Por el contrario, Cisneros señaló que hay una "diferencia muy clara de naturaleza" entre el incidente de Trillo y los demás, porque el primero fue provocado "por elementos ajenos a la casa". El representante del PP se quejó de que esta tesis no fuera compartida por Marín y se preguntó por qué se ha producido la "caducidad" del expediente del caso Trillo cuando estaba "avanzado". "Salgo con una sensación de frustración, creo que no es un buen servicio al futuro pacífico de la vida parlamentaria esta quietud", aseveró.
 
Así las cosas, Marín ha emplazado a la ponencia para la Reforma del Reglamento del Congreso a estudiar si existen "lagunas" que produzcan indefensión para los diputados en el ejercicio de sus funciones, o bien algún "vacío legal" a la hora de garantizar el orden dentro de los Plenos, las comisiones o en los pasillos de la Cámara, y en su caso a corregir ese déficit modificando artículos o introduciendo otros nuevos.

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