La secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, no ha tardado ni 24 horas en reiterar las demoledoras acusaciones contra el Gobierno y, en especial, contra el Ministerio del Interior. Por dos ocasiones, denunció un "Estado Policial" y se volvió a referir a "la orden dada por la cúpula política de Interior de que determinadas investigaciones policiales que tengan que ver con cargos públicos tengan que ir a un determinado comisario". En concreto, a Juan Antonio González, puesto a dedo y de máxima confianza de Alfredo Pérez Rubalcaba.
Y es que los populares entienden que los presuntos casos de corrupción son la única baza del Ejecutivo y del PSOE para intentar desgastar a Mariano Rajoy, y por ello Cospedal auguró un curso político con "filtraciones de secretos de sumario. Esto es un Estado Policial, no es la forma de actuar en un Estado de Derecho".
La número dos del PP no se anduvo por las ramas. Cree que "se va por el PP o por aquél que pueda estorbar" a los intereses de José Luis Rodríguez Zapatero, y que para ello "se están utilizando las instituciones del Estado".
"Se están utilizando -las instituciones- a favor del PSOE y en contra del PP. No es manía persecutoria, es que esto le puede pasar a cualquiera; a un periodista o a una persona relevante", continuó Cospedal, en declaraciones a RNE.
Por todo ello, proclamó que "la Policía judicial no se puede utilizar en perjuicio de alguien que moleste al Gobierno".
Niega diferencias con Aguirre
Ya en otro orden de cosas, y en relación a la propuesta de Esperanza Aguirre de rebajar el número de liberados sindicales en la Comunidad de Madrid, Cospedal insistió en que "los liberados no son ningún problema", pero recalcó que "la austeridad tiene que llegar a todos los ámbitos".
En este sentido, recordó la propuesta del PP de reducir las subvenciones a los sindicatos y que, según denunció, "fue tirada al baúl de los recuerdos".