
(Libertad Digital) La Unión Profesional de Guardias Civiles no entiende por qué esta investigación, con interrogatorio de más de cinco horas incluido, la hace el teniente coronel Antonio Rodríguez Bolinaga, máximo responsable de la Comandancia de Gijón y del que dependía el agente que grabó la cinta de la que nada se dijo en la comisión del 11-M ni se entregó al juez Del Olmo.
Esta asociación considera que la investigación debería correr a cargo de Asuntos Internos y que Bolinaga debería ser apartado de su puesto hasta que se esclarezcan las circunstancias por las que la cinta fue ignorada desde 2001 hasta ahora, que la ha desvelado El Mundo.
En declaraciones a la Cope, la UPGC cree que el nombre de Bolinaga ha quedado en entredicho porque por sus manos "ha tenido que pasar desde el comienzo la cinta" y debería ser el primero en acudir a declarar a la comisión del 11-M, también el resto de mandos, incluido el jefe de la Comandancia de Oviedo, Fernando Aldea. Ni este ni su superior, el recién ascendido general Pedro Laguna, hablaron de esta grabación en la comisión.
Condecoración a Rodríguez Bolinaga
El teniente coronel Antonio Rodríguez Bolinaga, responsable de la Comandancia de Gijón y del que dependían tanto Campillo como el capitán Montero, en cuya mesa estaba la cinta, fue condecorado por el Gobierno el pasado 12 de octubre. Según La Nueva España, durante las celebraciones de la fiesta de la Guardia Civil, Bolinaga recibió la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco.
Además, Montoro fue nombrado capitán el pasado verano, un ascenso que motivó su traslado a un nuevo destino en el País Vasco.
Indignación por el silencio de los mandos en la comisión
Desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil, su portavoz Francisco Carrillo, ha denunciado que existe una "caza de brujas" en el cuerpo tras las últimas revelaciones de El Mundo. En declaraciones a La Mañana de la Cope, también ha insinuado que algunos guardias civiles pudieron mentir ante la comisión.
El agente que descubrió la cinta de forma casual en la mesa que había ocupado un superior de Campillo explica este viernes en La Nueva España que "creo que cumplí con mi deber, tengo la conciencia muy tranquila con lo que he hecho a lo largo de mi trayectoria en la Guardia Civil".
