(Libertad Digital) El clima de desmoralización de la avanzadilla antiterrorista de la Seguridad del Estado ha llevado al número tres del CNI, Miguel Sánchez, a presentar su dimisión "la semana pasada", según ha revelado este domingo el vice-director de El Mundo, Casimiro García-Abadillo.
El llamado chivatazo policial que permitió a ETA sortear una operación contra su red de extorsión "provocó un efecto desmoralizador en muchos de los profesionales que llevan años jugándose la vida en la lucha" contra la banda terrorista. El Mundo recuerda que la investigación, abierta por el juez Fernando Grande-Marlaska, ha sido "congelada" por Baltasar Garzón, que la lleva desde su reincorporación como titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional.
García-Abadillo asegura que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado disponían de información sobre un posible atentado de ETA en los últimos días del año.
El mismo diario se pregunta por la razón de que ni al presidente ni al ministro del Interior le lleguen esos datos. La falta de información llevó a Zapatero a proclamar el pasado viernes que estamos mejor que nunca en la lucha antiterrorista, y que el próximo año, por estas fechas, estaremos aún mejor. Menos de 24 horas después, ETA lo ha desmentido con un violento atentado en el aeropuerto de Madrid, que ha dejado dos personas desaparecidas, otras 19 heridas y un edificio semi-derruido en la Terminal 4 de Barajas.
"¿Es acaso ese deterioro [de la confianza y la moral de la élite antiterrorista], producido fundamentalmente por desacuerdos con la actual política antiterrorista, el que lleva a Zapatero a cometer tan flagrantes equivocaciones?", se pregunta El Mundo este domingo.