El PP acoge, al menos públicamente, con cierta satisfacción el fallo del Estatuto catalán a pesar de que éste sea avalado en su mayoría. Arguyen que el Tribunal Constitucional estima “parte” de su recurso y, con ello, las "dudas de inconstitucionalidad".
“Ésa es la realidad del fallo”, afirmó la portavoz del partido en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, en una improvisada rueda de prensa pasadas las nueve de la noche forzada por la declaración de la vicepresidenta De la Vega en Moncloa. Previamente, el partido convocaba a sus sabios en esta materia, liderados por el responsable de Justicia, Federico Trillo. En la reunión también estuvieron, además de la citada Sáenz de Santamaría, los vicesecretarios Esteban González Pons y Javier Arenas y el secretario de Comunicación, Carlos Floriano.
Cautela fue la palabra más repetida. En Génova reconocen que no han sido capaces de analizar al dedillo toda la información del fallo, por lo que exigen al resto de fuerzas políticas “equilibrio, prudencia y moderación”. Extremos que, según lamentó la portavoz popular, ya estaban incumpliendo desde los gobiernos central y catalán.
“Me han sorprendido las declaraciones a la vez, al mismo tiempo, de De la Vega y Montilla radicalmente apuestas”, apuntó Sáenz de Santamaría, quien no se saltó en ningún momento el guión establecido, si bien cifró en 50 los artículos de "calado" que el Alto Tribunal cuestiona.
Por ejemplo, sobre el término nación, la número tres del PP se acoge a que el tribunal “deja por sentado que carece de cualquier relevancia jurídica-normativa”. En otras palabras: “el término nación con carácter vinculante y jurídico sólo corresponde a la nación española”. También se refirió al punto de la bilateralidad para decir que resulta "muy afectado", como así reclamaron en su recurso.
Tras la comparecencia y un extensísimo corrillo con los periodistas, en el que los miembros de la delegación de crisis han explicado los puntos en los que el TC da la razón al PP, han retomado el trabajo. “Nos espera una noche larga”, reconocían. Según fuentes del aparato, el líder de la formación, Mariano Rajoy, ha estado permanentemente informado a pesar de haber rehusado dar la cara ante los medios.
Desde Cataluña, más de lo mismo. La presidenta regional, Alicia Sánchez Camacho, reclamaba “una respuesta serena” y “sentido común” a la par que lamentaba la tardanza del fallo, que se ha demorado cuatro años.
Así las cosas, la pregunta es ¿y ahora qué? Según las fuentes consultadas, el PP no dará más “guerra” en este asunto ya que, dicen, su deber ahora es “acatar” el fallo del Alto Tribunal. Dicho esto, apuntan a que “hay que analizar bien, como hace este partido” lo dicho por el TC antes de adoptar una decisión en firme.