(Libertad Digital) El artículo fue publicado por el diario El País en su edición catalana, no en la nacional. Pero su contenido fue destacado este miércoles por Arcadi Espada en su blog, en una anotación llamada serpiente, gusanos y gaviota, lo que ha ampliado la atención prestada al artículo, que ha desatado una intensa polémica.
No se trata de la primera vez que González Casanova hace un ataque visceral contra la derecha. Siempre en El País, el catedrático ya lo hizo en el pasado, más exactamente dos semanas después de las pasadas elecciones catalanas ganadas por CiU.
En un texto que tituló "La derrota del "neocon" catalán" –y que quedó reflejado también en la propia página web del PSOE en su sección "Tribuna de prensa"– Casanova dice que "la derecha se radicaliza por doquier. También en el 'oasis' catalán, la derecha nacionalista catalana radicaliza su derechismo. No me refiero a Bush, sino a CiU. La campaña neoconvergente y su derrota frente a los votos que han revalidado el tan agredido catalanismo de izquierdas ha puesto de relieve una vez más el extremo rostro de esa derecha".
Pero meses antes de este artículo, el 19 de julio de 2006, el catedrático publicó otro titulado "La guerra que no cesa". En él, no pierde la oportunidad para mantener un furioso ataque: Dice que "tras una conspiración mediática, el PP recuperó el poder para la vieja derecha reaccionaria. Los gobiernos aznaristas fueron autoritarios, rechazaron toda oposición, denigrándola y sin responsabilizarse jamás de sus múltiples corrupciones, atentados a las libertades y a la seguridad de las personas; manipularon el poder judicial, embarcaron al país en una guerra ilegal y sangrienta que aún persiste. No previnieron sus terribles efectos, achacados todavía hoy con todo descaro a una conjura PSOE-ETA. Condenados a ser oposición, el tragicómico triunvirato aznariano no ha cejado en el acoso y derribo del Gobierno, de insultar y calumniar con un estilo bronco a quien no se le someta, de proclamar el final del Estado y de la unidad española, de agredir a las nacionalidades, de utilizar a militares y a obispos, y, si podía, al Papa, para combatir leyes progresistas"
Pero no acaba aquí su ofensiva. González Casanova afirma que "no cabe, a mi juicio, mayor fidelidad a la ideología, fines y medios del franquismo (y de la derecha eterna y violenta que le dio origen y apoyo) que esa permanente actitud de guerra sin cuartel contra la España democrática. Sólo le faltaría ya, aunque parezca imposible, volver al 18 de julio de 1936. Su intolerancia y odio siguen siendo los mismos". Para terminar señala que "la misma ley de partidos que concibió contra Batasuna podría ilegalizar este partido, pues el veneno terrorista de su conducta pública, aun incruento en vidas humanas, está matando algo tan básico para la convivencia como la vida política normal y la paz social. Ahora, 70 años más tarde de aquella tragedia, sigue latente una guerra cainita en un sector minoritario, pero poderoso e influyente, de nuestro país. Aprestémosnos (sic) todos a defender con energía nuestra siempre frágil república".
Ahora, y a pesar de las graves acusaciones de los artículos anteriores, el PP ha decidido al fin querellarse contra el autor aunque sólo por el publicado este miércoles, ilustrado por una viñeta que presenta los anagramas del PP y de ETA comidos por los gusanos, y en el que afirma que "ETA perderá su mejor aliado cuando el PP pierda las elecciones. Sin pareja y sin otra respuesta que el pacífico cumplimiento de las leyes y el respeto por las ideas pacíficas de la minoría abertzale, verá a su base social liberarse progresivamente de su tiranía armada. Seguirán en Batasuna escisiones como las de Aralar, hasta que, sin apoyos, ETA rinda las armas. Toda la historia etarra es una lenta paranoia suicida, pero su final es inevitable y está próximo. Los demócratas acabaremos venciendo a nuestros dos enemigos parejos más antiguos y tercos".