L D (Europa Press) La moción consecuencia de interpelación del PP sobre la reforma del Estatuto catalán, que contó con el voto de contra del PSOE, CiU, ERC, PNV, Izquierda Verde y Grupo Mixto, concentraba las principales críticas de los populares al texto estatutario que se está tramitando en estos momentos en la Cámara Baja.
"El Congreso reafirma que la soberanía nacional reside en las Cortes Generales, que representan a todos los españoles como inequívoca expresión de la unidad de nuestra nación", rezaba el primer punto de la moción del PP. Paralelamente, planteaba que la Cámara proclamase como "absolutamente vigentes los derechos y deberes fundamentales" reconocidos en el Título I de la Carta Magna, "así como la imposibilidad de diferenciar dichos deberes y derechos según el lugar de residencia".
El Grupo Popular habían optado también por reproducir textualmente parte del artículo 2 de la Constitución con el objetivo de que el Congreso recalcase que "la Nación Española es patria común e indivisible de todos los españoles", que "reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas".
Además, el texto del PP hacía referencia al derecho de todos los españoles a usar la "lengua española oficial del Estado" y al rechazo a "cualquier tipo de discriminación y persecución" en el ejercicio de ese derecho. Pedía también que el modelo de financiación autonómica fuera "consensuado de forma multilateral en el Consejo de Política Fiscal y Financiera" y que la Cámara Baja se pronunciase a favor de la sugerencia del Consejo de Estado, que es partidario de reformar la Constitución antes que los estatutos.
El diputado del PP catalán Francesc Ricomá afirmó que el proyecto de reforma del Estatuto catalán se ha convertido en un "juego de intriga política", donde los ciudadanos han quedado "relegados a un segundo plano" merced "de las estrategias partidistas" del Gobierno socialista. Tras asegurar que el proceso estatutario catalán "acumula menosprecios a la Cámara" y "engaños", Ricomá señaló que el texto es "un paso previo a la ruptura constitucional", tal y como, según indicó, han dicho los fiscales del Tribunal Constitucional "por mucho que se empeñe el fiscal general del Estado en neutralizar su opinión".
Por todo ello, el diputado 'popular' calificó de "imprescindible" que el Congreso reconozca algo "tan sencillo y de sentido común" como la reafirmación de la "vigencia de los principios que inspiran el modelo de Estado". Pidió a los grupos que, igual que votaron a favor de la Constitución, actúen en consecuencia respaldando la moción del PP.
Sin embargo, el PP se quedó solo en esta pretensión. Así, el coordinador de los diputados y senadores del PSC, Daniel Fernández, tildó de "extemporánea" la moción que, a su juicio, recoge "una acumulación de obviedades ajenas a la mejor tradición parlamentaria".
El diputado de CiU Jordi Xuclá, que tachó de "ridícula" la moción, acusó al PP de estar "instalado en una situación de notable miopía política y notable pobreza argumental". Igual que el PSOE, lamentó su campaña de recogidas de firmas porque con "esta idea un tanto retro", dijo, se está "engañando a la gente".