L D (EFE) Minutos después de comenzar el pleno, el grupo socialista enseñó unos carteles en los que se podía leer: "En este Parlamento no se respeta la voluntad de los vascos y vascas". Los escritos estaban pegados en las portadas de los resúmenes de prensa que habitualmente edita la Cámara.
El presidente del Parlamento, que este martes se negó a repetir la votación, conminó al PSE a respetar las normas de la Cámara y los representantes socialistas bajaron los escritos, poniendo fin al acto de protesta.
Poco después, los socialistas vascos registraron en el Parlamento de Vitoria un escrito en el que solicitan que se anule la votación porque entienden que se vulneraron derechos recogidos en la Constitución, al "no poder ejercer su derecho al voto" la parlamentaria Irene Novales. El escrito deberá ser debatido por la Mesa de la Cámara.
Etapa de triquiñuelas de Atutxa
Ares adelantó que la presentación de este escrito no agota las iniciativas que tienen previsto emprender para intentar revocar el resultado de la votación de 37 a favor y 36 en contra, ya que podrían solicitar amparo al Tribunal Constitucional si la Mesa del Parlamento no les da la razón.
El escrito de reconsideración registrado sostiene que la parlamentaria en cuestión estaba presente en su escaño y que manifestó "de forma notoria al presidente que no puede votar, denuncia que es corroborada por el portavoz".
Ares calificó lo ocurrido de "gravísimo" y aseguró que el presidente del Parlamento vasco se escudó en "burdas excusas" para no repetir la votación, "ayudando" al Gobierno a sacar adelante sus presupuestos. A su juicio, Atutxa tenía mecanismos para haber facilitado el derecho de Novales a ejercer su voto y el argumento dado por el presidente de que para repetir la votación habría que haberlo solicitado mientras se producía ésta, "no es cierto".
Ares insistió en que lo ocurrido "culmina toda una etapa de triquiñuelas, trampas e interpretaciones interesadas al servicio del Gobierno vasco" por parte de Atutxa.