(Libertad Digital) En una rueda de prensa en la Cámara Baja, el portavoz del PSOE, puso el énfasis en que las conclusiones de la Fiscalía ponen de manifiesto que las líneas con las que han trabajado los Cuerpos de Seguridad y los jueces "se consolidan". A su juicio, el escrito de Sánchez también sirve para constatar que el Estado de Derecho "no se para nunca" y que la lucha contra el terrorismo continúa. "El Gobierno sigue trabajando en esa lucha contra el terrorismo y en el mantenimiento del Estado de Derecho", concluyó.
Olga Sánchez es la autora del prólogo del libro "Escuchar a Irak" donde refleja su opinión sobre la guerra de Irak. "En España, aquel aciago día 11 de marzo de 2004 dio lugar a una movilización de la sociedad en general (fuera del debate político) –puntualiza- sin precedentes en nuestra historia, se pusieron en funcionamiento todos los resortes del Estado de Derecho para la investigación de los sucedido. El trabajo, impecablemente realizado por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, ha posibilitado que en 2006 conozcamos quienes idearon, prepararon y ejecutaron los hechos en principio mencionados". Esto sin que se haya celebrado juicio y olvidando la presunción de inocencia de los acusados.
La fiscal hizo publicas este lunes sus conclusiones sobre los atentados en un escrito de más de 340 páginas. Sánchez comienza narrando las horas previas al atentado en las que, según su versión al menos una docena de terroristas se desplazaron en dos coches "con trece mochilas o bolsas", aparcaron cerca de la estación de Alcalá de Henares y subieron a los trenes para colocar las bombas.
La fiscal no aclara el episodio de las tarjetas telefónica, pero pone gran interés en desvincular a ETA de los atentados. Como prueba concluyente, alega que la banda terrorista negó su autoría y que hacía diez años que no utilizaba Goma 2 ECO en sus atentados. También introduce el testimonio de dos presos islamistas a los que se encontraron ejemplares del GARA y el Berria en sus celdas. Los delincuentes dijeron que los utilizaban "como manteles". Curiosamente no da ninguna credibilidad al testimonio de otro preso que denunció haber sido "forzado" por una coordinadora de presos de la Universidad del País Vasco para poner en contacto al procesado por los atentados del 11-M Antonio Toro con el recluso de ETA Pedro Celaraín, para que el minero asturiano le vendiese 150 kilos de explosivos.
La fiscal pone especial énfasis en criticar la actuación del Gobierno de Aznar durante los días posteriores a la tragedia e incluso abraza la consigna socialista de que "Aznar mintió" con la que el PSOE consiguió ganar las elecciones del 14 de marzo tras violentar el día de reflexión.
Tras conocer las conclusiones de la fiscal, el PP la acusó de verter "opiniones políticas sectarias y frívolas" para "justificar" los atentados y calificó de "gravísimo precedente para España y el mundo" que la Fiscalía relacione el 11-M y la guerra de Irak.