En lugar de preguntarse y preocuparse de los motivos de ese abucheo al infame Rodríguez Zapatero, expresión de un sentir que compartimos muchos españoles, el Rey y su heredero se lamentan del hecho.
Pues muy mal, mejor harían en lamentar las tropelías y desmanes del abucheado y del Gobierno por él presidido que babear en su presencia.
Saludos