(Libertad Digital) Los vehículos utilizados en los últimos atentados con coche-bomba por parte de ETA fueron robados en tres localidades distintas del sur de Francia. La Razón señala que los robos se produjeron en Saint Laurent de Ceri (Renault Clio), Soursac (Peugeot 307) y Réquista (Peugeot 307).
Además, se apunta que los etarras prefieren ahora aprovechar los descuidos de los dueños de los vehículos para cometer el robo. Esto ocurre sobre todo cuando éstos dejan durante algunos minutos las llaves puestas. Después de la acción, los terroristas recorren pocos kilómetros antes de realizar el cambio de matriculas por otras que corresponden a otros coche de las mismas características.
La Razón cuenta que en algunas ocasiones, los etarras sufren accidentes de tráfico, lo que en muchos casos ha provocado la detención de alguno de ellos aunque normalmente suelen huir del lugar de los hechos. Además de eso, otros coches robados aparecen calcinados. Los etarras acostumbran a hacerlo después de usar el vehículo y para borrar huellas y pistas que la Gendarmería podría utilizar para identificarlos. Esto ocurrió en cuatro ocasiones durante el mes de septiembre.