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ETA llamó desde Ávila, Burgos y Soria para anunciar los últimos atentados

La llamada de ETA a la redacción de Gara en San Sebastián el 3 de diciembre para anunciar la colocación de cinco bombas en gasolineras de Madrid fue realizada desde Ávila, a través de un teléfono móvil prepago. El Día de la Constitución, otros dos terroristas llamaron desde Burgos y Soria para comunicar las otros siete artefactos.

La llamada de ETA a la redacción de Gara en San Sebastián el 3 de diciembre para anunciar la colocación de cinco bombas en gasolineras de Madrid fue realizada desde Ávila, a través de un teléfono móvil prepago. El Día de la Constitución, otros dos terroristas llamaron desde Burgos y Soria para comunicar las otros siete artefactos.
L D (Agencias) Fuentes de la lucha antiterrorista han adelantado a Europa Press que las dos llamadas que comunicaban la colocación de siete bombas en otras tantas ciudades repartidas por toda la geografía española el día 6 de diciembre, coincidiendo con el Día de la Constitución, fueron realizadas desde Burgos y Soria, también con teléfonos móviles de tarjeta prepago, con un intervalo de minutos entre una y otra.
 
El método utilizado fue el mismo que en las explosiones del día 3: una llamada en nombre de ETA a Gara, periódico que pasó el aviso a la Ertzaintza y ésta, a su vez, al Ministerio del Interior. Las tres llamadas se produjeron con una antelación aproximada al momento de la explosión de una hora.
 
Todos los avisos, por el modo en que se produjeron, fueron dados por creíbles por los responsables de la seguridad del Estado, que activaron inmediatamente los dispositivos habituales, impidiendo que se produjeran heridos de relevancia. Únicamente resultaron afectados tres agentes de la Policía, dos el 3 de diciembre y uno en León, el día 6, que sufrieron lesiones leves en los tímpanos por el estruendo de las explosiones mientras participaban en el acordonamiento de la zona.
 
En las tres llamadas, los comunicantes anónimos ofrecieron datos erróneos sobre la ubicación de los artefactos explosivos.
 
Dos grupos de terroristas para colocar doce bombas
 
En el caso de Madrid, la distancia a Ávila es de 115 kilómetros, lo que habría permitido al grupo autor de los atentados colocar los explosivos y viajar con tiempo de sobra a la ciudad castellano-leonesa para llamar desde allí a las 17:30 horas. Las fuentes consultadas por Europa Press consideran que todos estos atentados fueron perpetrados por terroristas no fichados.
 
En cuanto a las bombas del Día de la Constitución, un solo grupo habría sido el encargado de colocar las de Ávila, Valladolid, León y la localidad cántabra de Santillana del Mar. El segundo grupo de terroristas no fichados habría colocado las que estallaron Málaga, Alicante y Ciudad Real.
 
Esta última fue encontrada el día 4 en el barrio almeriense de Ciudad Jardín. La Policía, tras recibir la llamada de un ciudadano advirtiendo de un maletín sospechoso que estaba abandonado, pasó el avisó a la Guardia Civil, que logró desactivar la bomba. Dentro de la maleta encontró un papel con el anagrama de ETA. El temporizador estaba activado para que estallase a las 13:30 del día 6, hora a la que finalmente acabaron explotando los siete artefactos restantes.
 
Todos estos artefactos estaban compuestos por una pequeña cantidad de nitrato amónico, entre 50 y 200 gramos, material utilizado para fabricar amonal, un explosivo de fabricación casera. En el caso de los colocados el Día de la Constitución, la cantidad es similar y el componente es el mismo.

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