L D (EFE) Fernández de la Vega hizo esta propuesta en la lección inaugural del curso sobre "El futuro de la izquierda; la socialdemocracia ante los retos del siglo XXI", organizado en la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial por la Universidad Complutense.
En su intervención, la vicepresidenta se mostró partidaria de buscar nuevas rutas para recobrar la confianza en la política y la legitimación de la acción pública y facilitar la participación ciudadana, y, en ese contexto, lamentó que en la actualidad haya "un cierto distanciamiento entre la ciudadanía y los partidos".
Por ello, dijo que hay que abordar "en serio" este debate "siempre aparcado" y planteó que sería bueno que en la presente legislatura se abriese una ponencia en el Parlamento sobre la reforma de los partidos políticos "para hacerlos más democráticos y participativos". Ese cree que sería un instrumento para "empezar a debatir" y donde se pudiesen analizar los motivos por los que los ciudadanos no se acercan a los partidos y qué exigirían de estos para paliar esa situación.
Añadió que los partidos deben salir de su "ensimismamiento" y los ciudadanos deben comprobar que "su voto vale", como consideró que ha ocurrido en las últimas elecciones generales. A esa propuesta de ponencia sumó otros cauces para fomentar la participación ciudadana que cree que deben impulsarse desde las instituciones y desde otros ámbitos como los medios de comunicación. Al hilo de ello, defendió unos medios "más plurales y más abiertos a los ciudadanos y donde estos vean reflejados sus propios problemas".
Se refirió también a la necesidad de analizar la baja consideración que tiene hoy el Parlamento por parte de los ciudadanos y a que los poderes públicos permitan que debatan y se corresponsabilicen con ellos desde ámbitos como los que representan las organizaciones no gubernamentales. La vicepresidenta respaldó igualmente la necesidad de reformar el Reglamento del Congreso para abrir cauces de participación directa de los ciudadanos. Reconoció que las imágenes de escaños vacíos en las sesiones plenarias hacen mucho daño a la imagen del Parlamento, pero precisó que supone también un desconocimiento de cómo funciona la institución porque el hecho de que un diputado no esté en el hemiciclo no implica que no esté trabajando.
Además, preguntada por uno de los participantes en el curso por la conveniencia de que una televisión pública transmitiese sesiones como las de la comisión de investigación de los atentados del 11 de marzo, se mostró favorable a que determinados debates, como las sesiones de control al Gobierno, se pudieran ver, por ejemplo, en La 2 de TVE. La vicepresidenta defendió la vigencia de principios de la izquierda como la solidaridad, la igualdad y la consecución de una sociedad más justa y señaló que el problema es cómo hacerlos realidad en las "difíciles condiciones de una sociedad en plena transformación".
Por ello, cree que el discurso de la izquierda debe "reacomodarse" para afrontar el futuro y combatir las políticas neoliberales "que parecen darse por satisfechas desafiando el ideal humanista básico de la igualdad moral entre las personas". "Se han valido de la economía para desafiar el fundamento moral de la igualdad social y su objetivo ha sido que la igualdad dejara de ser uno de los fines morales del Estado y tratar de conseguir una democracia delegativa, tácita o silenciosa", añadió la vicepresidenta. Con esa actitud cree que se pretende una "democracia de consumidores, no de auténticos ciudadanos y la ruptura del pacto montado sobre la idea socialdemocráta clásica de la redistribución de los recursos sociales".
Para Fernández de las Vega, la izquierda debe perseverar en un discurso "potente, teórico y capaz de ilusionar" porque "su superioridad sobre la derecha sigue estando en el campo del pensamiento". Señaló que una economía saludable precisa de mercados que funcionen, pero también de un sector público en condiciones en el que el Estado mantenga un "papel esencial", lo que le llevó a respaldar la necesidad de una etapa de "renovada atención a lo público y de defensa de la decisiva importancia del sector público para una sociedad decente y justa". Apartado especial dedicó al objetivo de lograr la igualdad real entre hombres y mujeres. Al respecto, opinó que, en los últimos años, se ha retrocedido en esa ambición, y defendió acciones de discriminación positiva de la mujer que lamentó que "niegue la derecha"
En su intervención, la vicepresidenta se mostró partidaria de buscar nuevas rutas para recobrar la confianza en la política y la legitimación de la acción pública y facilitar la participación ciudadana, y, en ese contexto, lamentó que en la actualidad haya "un cierto distanciamiento entre la ciudadanía y los partidos".
Por ello, dijo que hay que abordar "en serio" este debate "siempre aparcado" y planteó que sería bueno que en la presente legislatura se abriese una ponencia en el Parlamento sobre la reforma de los partidos políticos "para hacerlos más democráticos y participativos". Ese cree que sería un instrumento para "empezar a debatir" y donde se pudiesen analizar los motivos por los que los ciudadanos no se acercan a los partidos y qué exigirían de estos para paliar esa situación.
Añadió que los partidos deben salir de su "ensimismamiento" y los ciudadanos deben comprobar que "su voto vale", como consideró que ha ocurrido en las últimas elecciones generales. A esa propuesta de ponencia sumó otros cauces para fomentar la participación ciudadana que cree que deben impulsarse desde las instituciones y desde otros ámbitos como los medios de comunicación. Al hilo de ello, defendió unos medios "más plurales y más abiertos a los ciudadanos y donde estos vean reflejados sus propios problemas".
Se refirió también a la necesidad de analizar la baja consideración que tiene hoy el Parlamento por parte de los ciudadanos y a que los poderes públicos permitan que debatan y se corresponsabilicen con ellos desde ámbitos como los que representan las organizaciones no gubernamentales. La vicepresidenta respaldó igualmente la necesidad de reformar el Reglamento del Congreso para abrir cauces de participación directa de los ciudadanos. Reconoció que las imágenes de escaños vacíos en las sesiones plenarias hacen mucho daño a la imagen del Parlamento, pero precisó que supone también un desconocimiento de cómo funciona la institución porque el hecho de que un diputado no esté en el hemiciclo no implica que no esté trabajando.
Además, preguntada por uno de los participantes en el curso por la conveniencia de que una televisión pública transmitiese sesiones como las de la comisión de investigación de los atentados del 11 de marzo, se mostró favorable a que determinados debates, como las sesiones de control al Gobierno, se pudieran ver, por ejemplo, en La 2 de TVE. La vicepresidenta defendió la vigencia de principios de la izquierda como la solidaridad, la igualdad y la consecución de una sociedad más justa y señaló que el problema es cómo hacerlos realidad en las "difíciles condiciones de una sociedad en plena transformación".
Por ello, cree que el discurso de la izquierda debe "reacomodarse" para afrontar el futuro y combatir las políticas neoliberales "que parecen darse por satisfechas desafiando el ideal humanista básico de la igualdad moral entre las personas". "Se han valido de la economía para desafiar el fundamento moral de la igualdad social y su objetivo ha sido que la igualdad dejara de ser uno de los fines morales del Estado y tratar de conseguir una democracia delegativa, tácita o silenciosa", añadió la vicepresidenta. Con esa actitud cree que se pretende una "democracia de consumidores, no de auténticos ciudadanos y la ruptura del pacto montado sobre la idea socialdemocráta clásica de la redistribución de los recursos sociales".
Para Fernández de las Vega, la izquierda debe perseverar en un discurso "potente, teórico y capaz de ilusionar" porque "su superioridad sobre la derecha sigue estando en el campo del pensamiento". Señaló que una economía saludable precisa de mercados que funcionen, pero también de un sector público en condiciones en el que el Estado mantenga un "papel esencial", lo que le llevó a respaldar la necesidad de una etapa de "renovada atención a lo público y de defensa de la decisiva importancia del sector público para una sociedad decente y justa". Apartado especial dedicó al objetivo de lograr la igualdad real entre hombres y mujeres. Al respecto, opinó que, en los últimos años, se ha retrocedido en esa ambición, y defendió acciones de discriminación positiva de la mujer que lamentó que "niegue la derecha"