(Libertad Digital)
Se esperaba la opinión radiofónica del líder de la SER. Horas antes, su cadena relataba con esfuerzo varias historias separadas como si fuera una sola y coherente. Para resumir la reacción que provocó el episodio de Sevilla La Nueva, Iñaki Gabilondo dijo:
“Un escalofrío recorría la columna vertebral de muchos altos dirigentes del PP”
. Volvió a contarlo todo –el constructor, el candidato independiente y las llamadas telefónicas– con igual o peor fortuna que sus servicios informativos para lanzar la gran pregunta:
“Con todo lo que ayer se dijo y todo lo que está por ahí flotando ¿sigue en pie el ultimátum del PP? Sería interesante saberlo”.
Pasó después al análisis interno: “El PSOE tiene cirugía pendiente, está clarísimo, no ha concluido el capítulo de su depuración. La cirugía la pide clamorosamente la evidencia de los hechos y desde luego mucha gente dentro del PSOE. Pero también el PP debe poner sus barbas a remojar” . Fue tras este consejo cuando Gabilondo cometió el mayor desliz. Parecía que se había empapado en la noticia pero la sorpresa del oyente madrugador llegó con esta reflexión: “Arenas dice que se querellará contra quienes les impliquen. Nadie está implicando a nadie pero estamos hablando de que Ricardo Romero de Tejada tiene cosas bastante... imprecisas en este momento sobre la mesa y no parece que el PP ponga sus barbas a remojar”.
Sólo han implicado, con nombres y apellidos, al secretario general del PP madrileño, Romero de Tejada, a Esperanza Aguirre y, por extensión a todo el PP. Y en cuanto a las “cosas bastante imprecisas”, el periodista no encontró término más grave y a la vez exacto para definirlo. Tal es el adjetivo que se merecía toda la información exclusiva del domingo.
Revelaciones sobre la trama inmobiliaria. No hay billetes de 500
Gabilondo estaba este lunes sujeto a la escasa credibilidad de la historia que vendía. Entró de lleno en el mundo de la construcción. y salió pronto y sin conclusiones: “...Pero luego está también este secreto a voces del mundo del ladrillo, de los promotores y los constructores. Digo secreto a voces porque no hay un solo español que no sepa que ese es un mundo extremadamente turbio... (dudas) todos sabemos que el pelotazo no ha muerto y todos sabemos que en ese mundo el dinero negro es moneda legal”.
Siempre pegado a la actualidad, Gabilondo regalaba al oyente un dato en este sentido: “Por cierto, han desaparecido los billetes de 500 euros, qué pasa... ¿hay coleccionistas? El dinero negro corre por este mundo haciendo crecer el número de millonarios” . Nuevo dato, al hilo de la última hora para apoyar sus teorías: “...Por cierto, ¿saben ustedes que en los últimos años se ha doblado el número de millonarios?" No ha sido su mejor día. No cabe duda.
Tirar un dardo, método de investigación
Terminaba su discurso. Había que añadir argumentos y extraer conclusiones como en todo editorial aunque sea hertziano: “Rato dijo que no hay burbuja inmobiliaria pero el Colegio de Arquitectos dice que sí la hay. En todo caso lo que está claro es que el mundo del ladrillo encierra...(otra vez dudas) mucho trapo sucio en todos los puntos de España”.
Propone hasta la forma de comprobarlo, tan exacta e infalible como toda la historia contada por la SER: “Disparen ustedes un dardo sobre un mapa de España y seguro que donde caiga hay bravos y vázquezes y cosas así de raras con toda seguridad. No estamos haciendo una descalificación general al sector ni muchísimo menos, pero todos los españoles saben que no se puede uno acercar al mundo del ladrillo sin dinero negro. Aquí se dice que la corrupción acabó en el 96 y la postura oficial lo dice con una naturalidad candorosa y arcangélica y luego nos llaman candorosos y arcangélicos a los demás...”.
Pasó después al análisis interno: “El PSOE tiene cirugía pendiente, está clarísimo, no ha concluido el capítulo de su depuración. La cirugía la pide clamorosamente la evidencia de los hechos y desde luego mucha gente dentro del PSOE. Pero también el PP debe poner sus barbas a remojar” . Fue tras este consejo cuando Gabilondo cometió el mayor desliz. Parecía que se había empapado en la noticia pero la sorpresa del oyente madrugador llegó con esta reflexión: “Arenas dice que se querellará contra quienes les impliquen. Nadie está implicando a nadie pero estamos hablando de que Ricardo Romero de Tejada tiene cosas bastante... imprecisas en este momento sobre la mesa y no parece que el PP ponga sus barbas a remojar”.
Sólo han implicado, con nombres y apellidos, al secretario general del PP madrileño, Romero de Tejada, a Esperanza Aguirre y, por extensión a todo el PP. Y en cuanto a las “cosas bastante imprecisas”, el periodista no encontró término más grave y a la vez exacto para definirlo. Tal es el adjetivo que se merecía toda la información exclusiva del domingo.
Revelaciones sobre la trama inmobiliaria. No hay billetes de 500
Gabilondo estaba este lunes sujeto a la escasa credibilidad de la historia que vendía. Entró de lleno en el mundo de la construcción. y salió pronto y sin conclusiones: “...Pero luego está también este secreto a voces del mundo del ladrillo, de los promotores y los constructores. Digo secreto a voces porque no hay un solo español que no sepa que ese es un mundo extremadamente turbio... (dudas) todos sabemos que el pelotazo no ha muerto y todos sabemos que en ese mundo el dinero negro es moneda legal”.
Siempre pegado a la actualidad, Gabilondo regalaba al oyente un dato en este sentido: “Por cierto, han desaparecido los billetes de 500 euros, qué pasa... ¿hay coleccionistas? El dinero negro corre por este mundo haciendo crecer el número de millonarios” . Nuevo dato, al hilo de la última hora para apoyar sus teorías: “...Por cierto, ¿saben ustedes que en los últimos años se ha doblado el número de millonarios?" No ha sido su mejor día. No cabe duda.
Tirar un dardo, método de investigación
Terminaba su discurso. Había que añadir argumentos y extraer conclusiones como en todo editorial aunque sea hertziano: “Rato dijo que no hay burbuja inmobiliaria pero el Colegio de Arquitectos dice que sí la hay. En todo caso lo que está claro es que el mundo del ladrillo encierra...(otra vez dudas) mucho trapo sucio en todos los puntos de España”.
Propone hasta la forma de comprobarlo, tan exacta e infalible como toda la historia contada por la SER: “Disparen ustedes un dardo sobre un mapa de España y seguro que donde caiga hay bravos y vázquezes y cosas así de raras con toda seguridad. No estamos haciendo una descalificación general al sector ni muchísimo menos, pero todos los españoles saben que no se puede uno acercar al mundo del ladrillo sin dinero negro. Aquí se dice que la corrupción acabó en el 96 y la postura oficial lo dice con una naturalidad candorosa y arcangélica y luego nos llaman candorosos y arcangélicos a los demás...”.