"Desmentimos categóricamente la información que publica el diario El Mundo en su edición de hoy. Es falsa". De esta forma, y a través de un breve comunicado conjunto, los magistrados de la Audiencia Nacional Fernando Grande Marlaska y Baltasar Garzón –actualmente suspendido de sus funciones- niegan la noticia difundida por el diario de Pedro J.Ramírez este lunes donde se señala que el juez estrella telefoneó desde Nueva York a Grande Marlaska para que abortase la operación del caso Faisán y no ordenara la detención del responsable del aparato de extorsión de la banda terrorista, Joseba Elosúa.
En la nota remitida por los jueces, éstos desmienten que se produjera llamada alguna en las vísperas del soplo el 3 de mayo de 2006, "ni ningún otro día entre ambos relacionada con el caso del bar Faisán". Asimismo, los instructores subrayan que no existió "presión de tipo alguno por parte de Baltasar Garzón en relación a la mencionada investigación".
Los hechos se produjeron el 4 de mayo de 2006. Joseba Elosúa, propietario del bar Faisán en Irún (Guipúzcoa), y uno de los intermediarios de la extorsión de ETA, fue abordado por una persona, que tras identificarse como policía le pidió que conversase con el interlocutor de su teléfono. Elosúa atendió la llamada. Su interlocutor se identificó también como miembro del Cuerpo Nacional de Policía, y le advirtió de que estaba siendo seguido por las Fuerzas de Seguridad del Estado.
Además, esta persona -relacionada con el Ministerio del Interior- le dijo al etarra que estaba preparada una intervención policial para detenerle a él y a otros miembros de la banda si cruzaba la frontera francesa, tal y como tenía previsto, con un maletín con dinero para la organización terrorista.
El chivatazo, realizado en pleno proceso de negociación política entre el Gobierno Zapatero y los terroristas de ETA, hizo que la operación conjunta hispano-francesa que estaba preparada en suelo galo quedase frustrada. El escándalo fue destapado por El Mundo.
El primer instructor de estos hechos fue el juez Fernando Grande Marlaska, quien practicó las primeras diligencias de la causa como sustituto de Garzón, quien por aquel entonces se encontraba impartiendo cursos sobre terrorismo en EE.UU. A su vuelta a España, el juez estrella asumió la investigación y ésta estuvo "dormida" en su despacho de la Audiencia Nacional durante casi tres años.
Este lunes, ambos magistrados han pedido al diario de Unedisa que rectifique esta última información sobre el chivatazo a ETA.