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Interior investiga cómo resultó herido un guardia civil en el cuartel de Leiza

La investigación continúa en torno al tiroteo frente a la casa-cuartel de Leiza. Pese a que se apuntaba a etarras como autores de los disparos, Interior afirma que esta hipótesis pierde peso. Se habla incluso de un montaje, según han apuntado a LD fuentes de la lucha antiterrorista.

La investigación continúa en torno al tiroteo frente a la casa-cuartel de Leiza. Pese a que se apuntaba a etarras como autores de los disparos, Interior afirma que esta hipótesis pierde peso. Se habla incluso de un montaje, según han apuntado a LD fuentes de la lucha antiterrorista.

Según han informado fuentes del Ministerio del Interior citadas por Efe, las investigaciones desarrolladas por la Guardia Civil sobre los sucesos ocurridos esta madrugada en Leiza hacen perder peso a la hipótesis de que se trate de un atentado. Según la versión del agente, fue disparado sobre las 3:30 horas por uno o varios terroristas que se disponían a colocar un artefacto en las instalaciones. Sin embargo, la investigación habría revelado un cúmulo de indicios que descartarían dicha tesis.

Las fuentes del Ministerio indican que el instituto armado sigue tratando de esclarecer las circunstancias en las que se ha producido el tiroteo y que es cada vez más improbable que se trate de un atentado. Fuentes solventes de la lucha antiterrorista citadas por Efe apuntan incluso que tomaría fuerza otra tesis totalmente contraria: que se trate de un montaje creado por el propio agente.

La munición encontrada en el lugar de los hechos es la habitual en la Guardia Civil y no en ETA. Además, indican que el artefacto localizado con la luz del día a 100 metros de la casa cuartel es un tubo de PVC , que trata de simular un lanzagranadas, y no cuenta con ninguno de los dispositivos que suelen contener estas armas.

También indican que el disparo recibido por el agente fue efectuado a tan sólo un metro de distancia y que el tiro detectado en su chaleco antibalas no le ha dejado en el tórax el inevitable hematoma que produce este tipo de impactos.

Fuentes solventes de la lucha antiterrorista consultadas por LD han confirmado este extremo. "Esto huele a montaje", han sentenciado en declaraciones a este diario. Encuentran "determinante", sobre todo, la ausencia de marcas en el tórax del guardia civil y el uso de un material que no utiliza ETA. La misma fuente ha indicado que el guardia civil podría sufrir problemas psicológicos.

El agente de la Benemérita sufre una herida de bala en el antebrazo izquierdo y permanece ingresado en el Hospital de Navarra en un estado "menos grave", tras la operación quirúrgica a la que ha sido sometido por una fractura de cúbito. El guardia civil se llama Salvador Menéndez , nació en Málaga y tiene 34 años de edad, según informa Europa Press .

Hacía poco tiempo que había sido destinado a Leiza procedente de Galicia, aunque ya había servido anteriormente en la citada localidad navarra. Concretamente, el agente Menéndez se encontraba allí cuando en el año 2002 ETA asesinó a un compañero al que le explotó una bomba colocada junto a una pancarta. Salvador Menéndez está casado y no tiene hijos. Su familia reside en Málaga, aunque al conocer la noticia decidieron desplazarse hasta Pamplona.

Tras conocerse la noticia, se atribuyó el suceso a terroristas y llegaron a escucharse incluso condenas de lo que se consideraba a esa hora un nuevo atentado de ETA. La investigación debe aclarar ahora las circunstancias de este extraño suceso.

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