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SE DESCONOCE QUÉ HARÁ EL CANDIDATO

Izquierda Unida y sectores del PSOE presionan a Simancas para que sea presidente

El secretario general de la FSM, Rafael Simancas, se somete esta tarde a la sesión de investidura en la Asamblea de Madrid. Aún no se sabe con certeza lo que hará. Si atiende a las presiones de IU y algunos sectores del PSOE, podría asumir la presidencia, pero también puede evitarlo, para lo que el Grupo Socialista ya tiene preparada una estrategia de votación.

L D (Agencias) Rafael Simancas se presenta a la sesión de investidura en la Asamblea de Madrid sin ganas, al menos según sus declaraciones, de convertirse en presidente autonómico. A partir de las 18:00 horas, se supone que tendría que exponer su programa de gobierno para la Comunidad de Madrid, pero parece que va a dedicar su tiempo, que es ilimitado según dicta el Reglamento de la Cámara, a pronunciar un largo discurso en contra de los dos disidentes del PSOE, Eduardo Tamayo y Maite Sáez, a lo que se unirán sus críticas al Partido Popular, ya que los socialistas consideran que algo tienen que ver sus oponentes en la crisis que se ha suscitado en Madrid.

A partir de las 16:00 horas de este sábado, se reanudará el Pleno con la intervención de los portavoces de los grupos y la intervención final del candidato, tras lo cual se prevé la primera votación de la investidura, para la cual se necesita mayoría absoluta. De no conseguir dicha mayoría absoluta, la votación se repetiría y bastaría con que Simancas obtuviera la mayoría simple para convertirse en presidente de la Comunidad. Esta segunda votación tendría que celebrarse 48 horas después de la primera, es decir, el próximo martes por la tarde, ya que el domingo se considera inhábil. Sin embargo, hay aún cierta controversia sobre la fecha, ya que los socialistas quieren que se celebre el lunes, mientras que los populares dicen que tendría que ser el martes si se respetan los plazos legales.

La controversia se produce, además, con el trasfondo del Debate sobre el estado de la Nación, que se celebrará los próximos lunes y martes. El lunes, sin embargo, es el día fuerte del Debate, cuando el presidente del Gobierno presenta su balance del último año y los jefes de los distintos grupos de la oposición hacen sus correspondientes réplicas. Según parece previsible, será entonces el lunes cuando Aznar y Zapatero se enfrenten cara a cara en el Congreso, para lo que el líder del PSOE querría tener resuelto el tema de Madrid a fin de que Aznar no pueda atacarle por esa vía y sea él quien pueda echarle en cara los argumentos sobre las presuntas tramas de corrupción que llevan aireando los socialistas desde que se inició la crisis en Madrid. Precisamente por ese motivo, los socialistas quieren que la votación en Madrid sea el lunes, y no el martes.

Simancas no quiere, pero le empujan

Por lo que ha venido diciendo hasta ahora, aunque ha cambiado de opinión varias veces durante las dos últimas semanas, parece que Rafael Simancas no quiere ser presidente regional, sino utilizar el pleno de investidura como plataforma propagandística para promoverse ante las próximas elecciones, que podrían celebrarse en noviembre si finalmente no resulta elegido. Sin embargo, y a pesar de su aparente negativa a convertirse en presidente, cada vez son más los dirigentes del PSOE y de la Federación Socialista Madrileña que creen que Simancas debe aceptar ser investido y tratan de presionarle para que así lo haga. En la FSM, quienes más presionan a Simancas son sus dos portavoces parlamentarias, Ruth Portas y Elena Almazán, según El Mundo .

Este mismo diario relata que otros dirigentes nacionales, como Juan Fernando López Aguilar o Álvaro Cuesta, también mantienen que Simancas debe asumir la presidencia, al parecer, con el único objetivo de crear una comisión de investigación, promovida desde el Gobierno regional, sobre la presunta trama de “corrupción política” que, según el PSOE, ha provocado la crisis de Madrid. Sin embargo, si llega a convertirse en presidente, el Estatuto de Autonomía le impediría convocar elecciones para octubre o noviembre, la fecha que se ha venido manejando en las últimas semanas. Según el artículo 21.2 del Estatuto, no se pueden convocar elecciones antes de un año desde la convocatoria de las anteriores. Es decir: hasta el 31 de marzo de 2004, Simancas tendría que resignarse a gobernar, aunque fuera con el apoyo de los disidentes .

En este hipotético caso, cabría la posibilidad de que Simancas, ya convertido en presidente, promoviera una reforma del Estatuto para anular la frase que le impide convocar las elecciones para octubre o noviembre y, según El Mundo , en el PSOE están estudiando precisamente esta posibilidad. Sin embargo, es poco probable que los disidentes Tamayo y Sáez votaran a favor del cambio legal, ya que perderían su condición de diputados en el momento en que se convocaran elecciones. De ser así, Simancas no podría aprobar ese cambio legislativo, ya que se quedaría en minoría en la Asamblea de Madrid. Además, es posible que Izquierda Unida, una vez instalada en el Gobierno regional –y en el presupuesto– junto a Simancas, tampoco quisiera votar a favor de dicho cambio, por lo que el PSOE tendría que recurrir a Esperanza Aguirre para solicitar el apoyo del PP a dicho cambio legal, una hipótesis que le provocaría un importante desgaste a los socialistas.

Una decisión personal, pero luego ya veremos

Todos los dirigentes del PSOE y la FSM que presionan a Simancas para que acepte gobernar admiten, sin embargo, que finalmente se trata de una decisión personal que sólo puede tomar él, como parece que le habría dicho el propio secretario general del partido, José Luis Rodríguez Zapatero. Otros, como el portavoz parlamentario, Jesús Caldera, opinan que Simancas no debería aceptar ser investido presidente si los diputados disidentes finalmente mantienen su palabra y le dan su apoyo. En esta misma línea se han situado los dirigentes “guerristas”, según El Mundo , pero el diario La Razón dice lo contrario: que los “guerristas” (el clan al que pertenece el propio Simancas) le presionan para que asuma la presidencia, lo mismo que ha hecho Fausto Fernández, el portavoz de Izquierda Unida en la Asamblea, quien parece que quiere tocar poder al precio que sea.

No obstante, a día de hoy y si no cambia de opinión repentinamente, parece que Simancas tiene decidido que no quiere ser presidente. Además, el propio sistema de votación en la investidura le evitará cualquier sorpresa, ya que el secretario de la Mesa de la Asamblea tiene que ir nombrando a cada diputado, que tienen que decir en voz alta si votan a favor, en contra o se abstienen. De este modo, el PSOE sabrá con antelación la decisión final de Tamayo y Sáez de votar a favor o en contra y, si le dan su apoyo, los dos miembros del PSOE que están en la Mesa de la Asamblea –los últimos en votar– se abstendrán para evitar que Rafael Simancas se convierta en presidente de forma involuntaria. Otra posibilidad que menciona El Mundo es que, como la votación es por orden alfabético y Simancas coincide entre Sáez y Tamayo, el propio candidato socialista ya sabrá cuál es el voto de los disidentes, al menos el de Maite Sáez, de modo que podría ser él mismo quien se abstuviera en su propia elección como presidente.

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