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La quiniela de Rajoy sobre su rival: sí Zapatero, no Rubalcaba, quizás Vara

Rajoy ha confeccionado su quiniela particular sobre quién será su rival en las urnas. Apuesta por Zapatero salvo por "cuestiones personales", incluye en la terna al extremeño Fernández Vara y descarta, por "malo", a Rubalcaba. Su entorno también habla de Blanco y Chacón. El final de cualquiera: la derrota.

Rajoy ha confeccionado su quiniela particular sobre quién será su rival en las urnas. Apuesta por Zapatero salvo por "cuestiones personales", incluye en la terna al extremeño Fernández Vara y descarta, por "malo", a Rubalcaba. Su entorno también habla de Blanco y Chacón. El final de cualquiera: la derrota.

Si por algo dan de sí los cónclaves del Partido Popular es porque, más allá de los discursos, ponencias y mesas de trabajo que se celebran, sirven para sentir el pulso de la formación y sacar la miga de aquellos asuntos que quedan fuera de lo oficial. Y si a eso se une que nos encontramos en la antesala de unas elecciones -las locales y autonómicas- que se antojan decisivas y una estrategia que pasa "por no hacer ni decir nada" a fin de que el rival -el PSOE- se desgaste por sí solo, las conversaciones informales con los principales espadas se vuelven aún más suculentas.

Unas circunstancias que se dieron al cien por cien en la Interparlamentaria que el principal partido de la oposición ha celebrado en Gran Canaria, y en la que se ha visto a un Mariano Rajoy vestido con el traje de presidente. Tan presidente se ve, y más aún quienes le rodean, que se muestra convencido de que, sea cual sea su rival en 2012, él será el próximo inquilino de La Moncloa.

Ahora bien, una cosa es que se vea ganador, y otra bien distinta que no tenga preferencias. Y él prefiere enfrentarse a quien por dos veces le ha ganado en las urnas: José Luis Rodríguez Zapatero. Quiere que sea, e intuye que así será. Sólo "cuestiones personales" le separarían de un tercer cara a cara ciudadano, según su diagnóstico.

En caso de que el noqueado Zapatero, pues es así como le ve Rajoy, tire la toalla, el líder de los populares tiene otro nombre en mente: Guillermo Fernández Vara. El extremeño está en las quinielas y le cuentan desde el PP de dicha comunidad que últimamente sólo piensa en Madrid. Así lo aseguró el propio José Antonio Monago en una reciente entrevista con Libertad Digital, en la que auguró que Vara no sería su rival a ocupar la presidencia regional.

El entorno del jefe de las filas populares incluye dos nombres más a la terna, el primero con más entidad que el segundo: José Blanco y Carmen Chacón. El titular de Fomento es el favorito de varios pesos pesados del partido. De hecho, algunos aseguran que les cae "bien" y "la campaña sería, sin duda, mucho más entretenida".

Por su parte, quienes apuestan por la ministra de Defensa en el PP destacan, por encima de todo, que es mujer y que con ella al frente tendrían menos riesgo de perder ese "todopoderoso" feudo llamado Cataluña, y que fue clave en la victoria de Zapatero de 2008. "Marcaría un antes y un después. Una mujer presidente. Y eso animaría a mucho votante de izquierdas que vería en su designación el mayor de los progresismos", analiza un veterano popular, muy cercano al líder.

El que no entra en las cábalas de Rajoy es el "malo, malísimo" para muchos del PP: Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior. Situándole como cabeza de cartel, dice el jefe de la oposición, el PSOE cometería "un grave error" ya que representa, según remata su entorno, "lo antiguo y lo oscuro".

Las elecciones de 2011 y el papel de Arenas

Ahora bien, como toda historia, ésta también tiene un final, y en el principal partido de la oposición se escapa una sonrisa picarona al preguntar sobre el devenir del candidato socialista, sea cual sea su nombre y apellidos: "una derrota que va a pasar a los anales de la historia", predice un popular que espera ir, como otros muchos, en esa delegación con destino La Moncloa.

Para lograr esa meta, y que así el vestido de presidente de Rajoy se vuelva auténtico y no virtual, primero toca y lo que toca, y esto es ganar en la cita con las urnas en ayuntamientos y comunidades.

El líder del PP considera que los comicios son decisivos, y así se lo transmitió a los más de doscientos diputados de las diferentes cámaras de representación trasladados a la isla. "Hay que dejarse la piel" por conseguir que el 2011 se convierta en el 1995 antesala de la victoria de José María Aznar en el 96.

Un endulzado pronóstico cuya guinda pasa por Andalucía. "Ganaré", dijo, sin aparentes dudas, Javier Arenas, en declaraciones a este periódico. De momento, todas las encuestas le dan la mayoría suficiente para convertirse en la próximo presidente de la Junta y sabe, más él que nadie, que no se ha visto en otra igual. "Yo ya tengo algunas canas", reconocía, y en su pedigrí político un solo pero: no llevar las riendas de su comunidad.

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