(Libertad Digital) Fueron al menos cuatro las veces que el juez Del Olmo habló con Rosa, la mujer de "El Chino", en los días anteriores y posteriores a la explosión de Leganés. En una de ellas, la mujer le contó al magistrado que había hablado con su marido horas antes de que la casa de la calle Martín Gaite saltara por los aires. Pero ni esa conversación ni las otras tres aparecen trascritas en el sumario. Sólo hay mínimas referencias en un informe de la Unidad Central de Información Exterior. En este documento se recoge que "carecen de interés para la investigación". Por eso no están trascritas. Destaca El Mundo que "lo más extraño" es que en ese informe la identidad del magistrado aparece oculta bajo las siglas J.O.
De la primera llamada sólo consta en el sumario que fue el juez (identificado como J.O.) quien llamó a la mujer de "El Chino" a las 13:14 horas del 2 de abril de 2004. "Sin interés para investigación", figura en el informe. Con este argumento se justificaría que no fuera trascrita.
Ni en el sumario ni en conocimiento del tribunal
Cuatro días después, el 6 de abril, es Rosa quien hace dos llamadas a un número fijo de la Audiencia Nacional desde el teléfono móvil que tenía pinchado por la Policía. La primera fue a las 13:58 horas. Según la información que firma Casimiro García-Abadillo, tampoco hay trascripción sino un resumen general de la conversación que incluye una frase llamativa: "Rosa le dice que es R-22, y le cuenta lo que habló con Jamal antes de inmolarse, con ella y con la familia y le pregunta si ha venido la familia a llevarse los restos. Sin interés". Y es llamativo porque, en el juicio, Rosa declaró que no había hablado con su marido el 3 de abril. Lo hizo después de que días antes, en El País, admitiera que sí que había contactado con él ese día en dos ocasiones.
No fue la única llamada que hizo la mujer de "El Chino" al número de la Audiencia ese 6 de abril. La segunda fue las 14:22 horas. En su resumen la UCIE recoge que Rosa se volvió a identificar como R-22 y que su interlocutor le dio el teléfono del colegio Sagrado Corazón de Madrid. Según El Mundo, el teléfono fijo de la Audiencia que recibía esas llamadas fue el mismo desde el que alguien llamó por primera vez a Rosa antes de la explosión de Leganés. En esa ocasión la llamada no se hizo al móvil de la mujer de "El Chino" sino al teléfono de su hermana. Eso ocurrió el 31 de marzo a las 19:18 horas.
García-Abadillo se pregunta si "es habitual que un juez instructor mantenga conversaciones directas con uno de los sospechosos en un proceso" y si "es normal que dichas conversaciones se mantengan en secreto". La conclusión a la que llega es que "de nuevo se pone de manifiesto que al tribunal del 11-M no se le ha aportado toda la información de la que se disponía sobre aspectos fundamentales relacionados con el atentado y sus presuntos autores".