Este lunes pasado, el portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Josu Erkoreka, reconocía en una entrevista en Onda Vasca –el bastión mediático del PNV tras abandonar el Gobierno vasco– que la posibilidad de que el Gobierno Zapatero iniciase una nueva negociación con ETA era una de las razones por la que el PNV ha apoyado los presupuestos de 2011, salvando así la cara del Ejecutivo y acabando, casi, con cualquier posibilidad de elecciones anticipadas.
En esta misma línea se habían expresado días antes otros dirigentes peneuvistas como Joseba Egibar, y se expresó también este miércoles el presidente de la Ejecutiva jeltzale, Iñigo Urkullu, quien manifestó que el acuerdo de estabilidad político-institucional suscrito con el PSOE es un "tiempo para la paz y la normalización en la convivencia", y mostró su deseo de que "todos, y en especial Batasuna, sepamos aprovechar" el año y medio que faltaría hasta las próximas elecciones generales.
Horas después de que ese pacto entre PSOE y PNV en la Carrera de San Jerónimo consiguiese salvar las cuentas de Zapatero, el Gobierno vasco filtraba a los medios de comunicación que el lehendakari, Patxi López, se reunirá con los partidos políticos vascos, exactamente, con sus grupos parlamentarios en la Cámara de Vitoria, para tratar el final del terrorismo de ETA y los supuestos movimientos que se estarían produciendo en su brazo político.
El calendario de estos encuentros ya estaría determinado, aunque no ha trascendido. Así, según se apunta desde la Lehendakaritza, tendrían un carácter "discreto", con el objetivo de establecer "un diálogo fluido y razonable" con los partidos vascos, en los que, además, se tratarán temas como la situación económica y el propio debate presupuestario vasco.
Precisamente, durante esta semana, el sudafricano Brian Currin, uno de los mediadores internacionales que lleva meses trabajando para que haya una nueva negociación entre el Gobierno y ETA, se ha reunido con los principales partidos nacionalistas para seguir vendiéndoles supuestos cambios en Batasuna-ETA, como ya hiciera antes del verano. Tanto PSE como PP se han negado a participar en esta ronda de contactos. Es más, el presidente de los populares vascos, Antonio Basagoiti, le ha acusado de "lucrarse con el dolor de las víctimas" y le mandó a hablar con quien "le pague bien".