Libertad Digital
Caldera lleva semanas repitiendo el mismo mensaje, este domingo también
insistió
en ello: que habrá que hacer cambios importantes en la nueva lista que presentará la FSM a las elecciones de otoño en Madrid. José Blanco también se ha sumado a la campaña aunque lo ha hecho desde un segundo plano tras ser permanentemente cuestionado por sus compañeros de partido. Desde la FSM, la postura es radicalmente contraria: apuestan por mantener la práctica totalidad de los nombres para “no trasladar a la opinión la idea de que hay más culpas que Tamayo y Sáez de la situación creada en Madrid.
Ese es el planteamiento oficial, sin embargo, según publica ABC , algunos sectores de la Federación Socialista Madrileña se han mostrado partidarios de una renovación a gran escala. Los guerristas siempre han defendido esta tesis. Dice el diario que aunque pretenden que los cambios en la lista afecten al cincuenta por ciento de sus integrantes, finalmente quedarán reducidos a entre el treinta y el cuarenta por ciento. En ese caso, dirigentes de la FSM apuestan por que la renovación alcance a Ruth Porta, mano derecha de Simancas. Se vería arrastrada a esa situación por los negocios inmobiliarios de su marido, Enrique Benedicto Mamblona. Esta semana, Interviú ha desvelado nuevos datos que cuestionan la versión mantenida por Porta sobre los vínculos de su familia con el negocio del ladrillo .
Quienes defienden su salida, recuerdan que poco después de que estallara el caso Simancas, fue el propio Rodríguez Zapatero quien se mostró partidario de prohibir que cargos públicos del PSOE desempeñen algún puesto o tengan acciones en empresas inmobiliarias o constructoras. Mamblona, desde la Fundación Hogar del Empleado, controla varias inmobiliarias.
Simancas es conciente de que, pese a que se opone a prescindir de Porta, está debilitado y tiene pocas posibilidades de ganar el pulso a Ferraz.
Ese es el planteamiento oficial, sin embargo, según publica ABC , algunos sectores de la Federación Socialista Madrileña se han mostrado partidarios de una renovación a gran escala. Los guerristas siempre han defendido esta tesis. Dice el diario que aunque pretenden que los cambios en la lista afecten al cincuenta por ciento de sus integrantes, finalmente quedarán reducidos a entre el treinta y el cuarenta por ciento. En ese caso, dirigentes de la FSM apuestan por que la renovación alcance a Ruth Porta, mano derecha de Simancas. Se vería arrastrada a esa situación por los negocios inmobiliarios de su marido, Enrique Benedicto Mamblona. Esta semana, Interviú ha desvelado nuevos datos que cuestionan la versión mantenida por Porta sobre los vínculos de su familia con el negocio del ladrillo .
Quienes defienden su salida, recuerdan que poco después de que estallara el caso Simancas, fue el propio Rodríguez Zapatero quien se mostró partidario de prohibir que cargos públicos del PSOE desempeñen algún puesto o tengan acciones en empresas inmobiliarias o constructoras. Mamblona, desde la Fundación Hogar del Empleado, controla varias inmobiliarias.
Simancas es conciente de que, pese a que se opone a prescindir de Porta, está debilitado y tiene pocas posibilidades de ganar el pulso a Ferraz.