El líder de UGT, Cándido Méndez, aseguró que las declaraciones que realizó el ex fiscal anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, al afirmar que el Tribunal Supremo era expresión del fascismo, no iban dirigidas contra la Institución sino contra los miembros que "en el pasado" formaron parte de él.
En una entrevista en RNE, Cándido Méndez lamentó que haya habido voces críticas contra las palabras de Villarejo pero que no se haya "oído a nadie" decir "con pelos y señales" cuál es la composición y la biografía del Supremo.
A su juicio, es "sorprendente" el "estrépito" que ha causado el acto de apoyo, en la Universidad Complutense de Madrid, al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón y aseguró que fue una "rebelión cívica" –apropiándose así del nombre que recibieron las movilizaciones de las víctimas del terrorismo contra la negociación– y "democrática" contra el "olvido" de las personas que fueron asesinadas en el franquismo.
"El estrépito del acto en términos públicos se debe que a nivel nacional e internacional este es un asunto de una enorme sensibilidad", destacó para remarcar que la repercusión que ha tenido que el TS llame a declarar a Garzón por sus investigaciones del franquismo en los medios de comunicación internacionales "denota que es un tema de una gran envergadura".
Dicho esto, subrayó que desde fuera se está viendo que el "look de modernidad" de la sociedad española "ha caído por los suelos" en relación con la polémica suscitada por los actos de apoyo al magistrado y recordó que la Ley de Memoria Histórica tiene una "dimensión profunda" que es la decisión de los magistrados de "reparar la inocencia" de las víctimas franquistas.
"Me parece preocupante que se tome como una decisión injusta el hecho de aclarar los crímenes del franquismo y reparar en su dignidad a las víctimas y a sus familias. Eso me parece una barbaridad", concluyó.