
Habló también de la "formidable aportación" de Pujol, a quien también pedirá "opinión y consejo", pero destacó la cercanía "personal y política" a Maragall para avanzar hacia una Catalunya "más ambiciosa, fuerte y cohesionada", "llena de éxitos". "Gracias Presidente", concluyó para proseguir con su discurso.
José Montilla continuó con la promesa de dar prioridad a la política social sobre la identitaria, y tendió la mano a CiU y al resto de la oposición para consensuar "las grandes decisiones de país", puesto que quiere ser "el presidente de todos". En el que calificó como el "discurso más importante" de su vida, Montilla defendió la legitimidad de la mayoría "sólida y estable" que forman PSC, ERC e ICV-EUiA.
El acuerdo, según dijo, está basado en sus coincidencias en las políticas sociales y en su pretensión de "poner el nuevo Estatut al servicio de la gente" y de su calidad de vida. "Cataluña abre una nueva etapa", en la que el desarrollo de las políticas del bienestar en Cataluña servirá para "hacer más patriotismo que con mil proclamas sobre su identidad", indicó.
