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Nueva jornada de contradicciones, testimonios dubitativos y amnesia sobre fechas concretas

Este lunes se reanudó el juicio por los atentados del 11-M. En la jornada número 13, han declarado el hermano del acusado Rachid Aglif, Hassan Aglif, el testigo protegido S20-04-Y-26, hermano de la segunda esposa del acusado Mouhannah Almallah Dabas, la ex compañera sentimental de Mouhannah Almallah y el testigo Mouad Benkhalafa. Las declaraciones se caracterizaron por las constantes contradicciones y dudas de los testigos, cuya declaración se vio afectada por su escaso conocimiento del español. Además, como viene ocurriendo con la mayoría de los testimonios, la imposibilidad de concretar fechas dificultó aún más sacar algo en claro de sus declaraciones. Durante la vista se mostró en pantalla, es decir, a todo el público, el pasaporte de la ex pareja de Almallah Dabas, sin evitar que se viera su foto y sus datos personales.

Este lunes se reanudó el juicio por los atentados del 11-M. En la jornada número 13, han declarado el hermano del acusado Rachid Aglif, Hassan Aglif, el testigo protegido S20-04-Y-26, hermano de la segunda esposa del acusado Mouhannah Almallah Dabas, la ex compañera sentimental de Mouhannah Almallah y el testigo Mouad Benkhalafa. Las declaraciones se caracterizaron por las constantes contradicciones y dudas de los testigos, cuya declaración se vio afectada por su escaso conocimiento del español. Además, como viene ocurriendo con la mayoría de los testimonios, la imposibilidad de concretar fechas dificultó aún más sacar algo en claro de sus declaraciones. Durante la vista se mostró en pantalla, es decir, a todo el público, el pasaporte de la ex pareja de Almallah Dabas, sin evitar que se viera su foto y sus datos personales.
L D (EFE) El primero en declarar ha sido Hassan Aglif, hermano del acusado por colaboración con organización terrorista Rachid Aglif, alias "El Conejo". Ha admitido los lazos de su hermano con "El Chino" pero ha negado que fuera su lugarteniente. También ha negado que "El Chino", muerto en Leganés, fuera muy religioso aunque cree que pudieron "comerle el coco". No ha podido explicar por qué su hermano tenía cerrada la carnicería que regentaba el 3 de abril de 2004, día de la explosión de Leganés. Pudo ser, ha aventurado, que se quedara sin carne.

A este testimonio le ha seguido el del testigo protegido Y-26. Al inicio de su declaración ha dicho que tenía "miedo". El presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, le ha recordado que tiene que estar tranquilo porque su rostro e identidad no se van a hacer públicos y sólo los abogados pueden verle dentro de la sala. Por dos veces Gómez Bermúdez ha tenido que suspender temporalmente la sesión por problemas con la traducción. Finalmente se ha retomado la declaración de este testigo, que es ex cuñado del procesado Mouhannad Almallah Dabas, que se afilió al PSOE tras el 11-M. De este acusado ha dicho que pertenecía al grupo de "El Tunecino" y que en alguna ocasión manifestó que "no iba a parar hasta que cayeran las Torres Kio" de Madrid. Mientras decía esto, Almallah escuchaba entre risas.

La ex pareja de Mouhannah Almallah Dabbas dijo que en el local de la calle Virgen del Coro se celebraban reuniones en las que los participantes escuchaban música musulmana de llamada a la "yihad". La testigo protegida S20-04-W-18 que, según aseguró se casó con Almallah Dabbas en Tanger (Marruecos) y posteriormente en la Mezquita de la M-30, indicó además que en la casa había libros del líder de Al Qaeda Osama Bin Laden, y otros sobre la yihad.  Explicó durante la celebración de estos encuentros que ella no permanecía presente ya que era una mujer y no podía "sentarse junto a los hombres".
 
A las reuniones acudía "Serhane El Tunecino" y otras personas que no identificó. En este punto la testigo incurrió en una contradicción ya que no pudo precisar, como sí hizo, en la declaración prestada ante el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, la presencia en los encuentros de Basel Ghalyoun, acusado de la autoría material de la masacre.
 
Estas contradicciones se prolongaron durante todo el interrogatorio de la Fiscalía, realizado por Carlos Bautista, lo que obligó al tribunal a parar en varias ocasiones para leer a la testigo párrafos completos de sus anteriores manifestaciones. También aseguró que vio en varias ocasiones cintas de video con imágenes de "cosas raras" como un tanque aplastando familias, gente enterrada en el desierto sólo con la cabeza fuera de la arena o un padre obligado por milicianos a acostarse con su hija y que su marido solía llevar en el coche cintas de música yihadista. Indicó que en una ocasión Almallah Dabbas inclusó le pidió que hiciera copias de una de estas cintas, entre las que había también imágenes con declaraciones del representante de Bin Laden en Europa, Abú Kutada.
 
La testigo protegido indicó que tenía "mucho miedo de declarar" ya que había recibido "amenazas" y que "personas que conoce" le han dicho que van a matarla "ahora o después". Indicó que peleó en varias ocasiones con su pareja y que éste le dijo que ojalá el hijo común de ambos muriera al igual que ella. "Una vez me dijo que tanto él como sus hijos tenían que ser para la yihad", destacó. La ex mujer de Almallah Dabbas dijo que no hace vida en común con el acusado desde marzo de 2003. Vivió con su marido en varios domicilios, el primero de ellos situado en Coslada junto al hermano de éste y su esposa. Después de que ambos abandonaran Madrid, dijo, se trasladaron a la calle Francisco Ramiro de Madrid, a una vivienda propiedad de "Serhane El Tunecino", donde permaneció la parecer, 23 días.
 
Durante ese periodo vivía junto a la mujer de Serhane y la esposa de Mustaphá Maimouni, encarcelado en Marruecos por su relación con los atentados de Casablanca. Estando en la vivienda la testigo pudo ver cómo la esposa de "El Tunecino" le avisa de que en los alrededores de la casa había presencia policial. Durante la madrugada posterior al aviso, Serhane destruyó documentos que guardaba en la casa y los arrojó a la basura. Abandonó esta vivienda después de que el resto de habitantes se trasladaran a una casa "en el campo" sin luz ni agua, cuya ubicación no pudo concretar. Dos días antes de inicio del Ramadán de 2002 se mudó al local de Virgen del Coro donde, dijo, había dos o tres personas viviendo anteriormente que no supo concretar.
 
Después declaró el testigo Mouad Benkhalafa, quien no se presentó por la mañana. Dijo que el acusado Basel Ghalyoun viajaba a la ciudad de San Sebastián con frecuencia para visitar a un amigo al que denominó bajo el nombre de Armand. Dijo no recordar si había hablado con Ghalyoun de los atentados, aunque también afirmó que éste último le comentó ante la posibilidad de que pudieran ser un atentado islamista que éste le dijo que "creía que había sido ETA".
 
Afirmó desconocer donde se encontraba Ghalyoun y su compañero en el local de la calle Virgen del Coro, el acusado Fouat El Morabit la semana en que se perpetró el atentado ya que no acudieron al trabajo pero dijo que mantuvo contacto telefónico con ellos esos días y matizó que no le dieron explicaciones sobre qué hicieron y se limitaron a señalar que estaban haciendo "algo mejor". Ante ello, su defensa contrapuso que desde la inmobiliaria que les subcontrataba entonces informaron a su defendido y a Fouat El Morabit que no acudieran a trabajar hasta la semana siguiente al atentado.
 
El testigo dijo que conoció a "El Tunecino" en la Mezquita de la M-30. También detalló que acudió a dos reuniones organizadas en el río Alberche a las que acudieron 'El Tunecino', los hermanos Almallah Dabbas, el considerado jefe militar de Al Qaeda en Europa, Amer El Azizi, y Basel El Ghalyoun. Concretó que en dichas reuniones se habló de recaudar fondos para 'Afganistán' y que si bien esta postura la expresó Azizi, todos los presentes se pronunciaron a favor.  El abogado defensor de Ghalyoun, José Luis Abascal, intentó desmontar su declaración ante el tribunal al plantear que afirmó ante la Policía que acudía a estas reuniones en el río cuando tenía 17 años --en torno a 1999-- y que éste hecho era "imposible" porque Ghalyoun no llegó a España hasta 2002.
 
También afirmó que vio como el suicidado en Leganés Jamal Ahmidan, alias 'El Chino', consultaba páginas en Internet en un locutorio madrileño dedicadas a "armas y cómo manejarlas".

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