Mariano Rajoy es consciente de que tendrá que hacerse la foto con Francisco Camps, pero no va a consentir que sea el barón regional quién le diga cuando. Igual de convencida, sino más, se muestra María Dolores de Cospedal, que también tiene previsto trasladarse a la Comunidad Valenciana, tras más dos largos años sin hacerlo.
Partiendo de esta base, tan irrefutable a priori como que el actual presidente valenciano será cabeza de cartel a las elecciones de mayo, en la sede nacional del PP apenas cuesta ya quitarse la careta para criticar la forma de actuar de Camps, que disimulado con otro nombre -acto de proclamación de candidatos a municipios de más de 20.000 habitantes- tendrá su puesta de largo este mismo martes.
La gran diferencia con otros líderes regionales es que el PPCV no ha conseguido que absolutamente nadie de la dirección nacional se adhiera a la convocatoria. Como ya adelantó Libertad Digital, Rajoy volverá a visitar la tierra por la que su número dos es candidata. Concretamente, ambos estarán en Albacete participando en el Consejo Europeo de Mayores y después en Bolaños de Calatrava.
Sin embargo, el grupo de maitines es más amplio, incluyendo a los portavoces en las Cámaras de representación, los vicesecretarios generales y el caso especial de Alberto Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid. Grupo de personas del que además sobresale un valenciano, Esteban González Pons. Tampoco él asistirá: "Tengo la presentación de un libro", se excusó, remachando que está en tierras levantinas casi todas las semanas.
Un plantón en toda regla responde a una directriz perfectamente calculada: "La agenda de Rajoy se decide en Madrid", y no se impone desde las direcciones del partido a nivel regional. "A Génova llegan peticiones desde muchas partes de España. Se analizan y se deciden. Todo en privado y nunca montando follones", explica un miembro del aparato.
El líder de los populares irá a la Comunidad Valenciana "cuando le dé la gana", dijo, para quien le quedara alguna duda, un miembro de la dirección nacional, al término del Comité de Dirección celebrado este lunes. Y en esa línea fueron las palabras de Cospedal, ya en rueda de prensa: "No hay fechas cerradas, pero las habrás", poniendo el acento en el carácter regional del acto de Camps en Valencia, a pesar de que de puertas para adentro todos admiten que es "una proclamación, como una catedral de grande".
"Rajoy irá a Valencia y va a hacer campaña, pero él decide cuándo va y a los actos que debe ir", llegó a afirmar la secretaria general del PP, que horas antes -en una entrevista en Veo7- reconocía que "Camps en el banquillo no es la mejor idea" para pedir el voto. Un extremo del que no duda casi nadie en Génova, con los papeles del equipo jurídico en la mano.
Pese a todo, la orden del líder de los populares es aguantar a Camps, una vez el no quiso marcharse por sí sólo. De ahí que, junto a esos mensajes lapidarios, Cospedal también añadiera una nueva defensa al barón regional: "Es un hombre honrado" y "ha sido designado candidato del PP y no hay nada más que decir".
Y es que, aunque no le apetece lo más mínimo, Rajoy sabe que, tomada la decisión, tendrá que visitar Levante; lo hará en para participar en las tradicionales fallas, si bien en territorio no vedado habrá otra foto antes. Será en la cumbre de Palma de Mallorca