(Libertad Digital) Josep Piqué profundizó en La Mañana del Fin de Semana en los argumentos que sostiene también este domingo en un artículo en La Razón en el que se pregunta "por qué Zapatero reniega del espíritu de la Transición". En la COPE, el líder de los populares catalanes explicó que Zapatero "tiene en su cabeza que lo que llamamos el espíritu de la Transición, del que todos nos sentimos orgullosos porque fue un paso ejemplar de una dictadura a una democracia plenamente representativa, en el fondo ha siso un periodo de baja calidad democrática y que lo que tenemos que hacer es recuperar la legitimidad democrática que viene de la segunda republica y particularmente, y es lo más preocupante, de los vencidos de la guerra civil".
A juicio del presidente de los populares catalanes, "tenemos unos cuantos ejemplos de ese intento de remover el pasado y, de alguna manera, de poner en cuestión la naturaleza del pacto constitucional del 78 y del estado de las autonomías. A las pruebas me remito. Estamos viendo todos los días desde gestos concretos que pueden ser anecdóticos a planteamientos de fondo respecto de la necesidad de rehacer el Estado a través de la reforma de los estatutos que surjan de los Parlamentos autonómicos. Creo que es la hora de denunciarlo y he querido hacerlo con toda claridad".
Piqué explicó en la COPE que su artículo de La Razón termina con un "ya vale" porque no es verdad lo que se dice "desde cierta izquierda" de que la transición fue un pacto entre el franquismo y lo que se llamaba entonces la oposición democrática, que se hizo sin rendir cuentas con el pasado, olvidándolo. "Fue justo lo contrario, si se hizo lo que se hizo fue porque se tenia muy vivo el recuerdo de las causas que nos llevaron al terrible conflicto que supone una guerra civil. Precisamente desde esa conciencia se hicieron las cosas y se hicieron bien, y removerlas me parece que es un profundísimo error. Lo que tenemos que hacer es mirar al futuro".
Criminalización del PP
El político catalán insistió en la necesidad de seguir confiando en las instituciones y ser "muy conscientes de la importancia de la estabilidad institucional". Sin ella, apuntó, un país no prospera. Además recordó que "es difícil encontrar otros veinticinco años en la historia de España mejores que los que hemos tenido en términos de avance económico, de cohesión social, de estabilidad política y de libertad. Tenemos que ser enormemente cuidadosos y decirles a todos los que quieren deshacer todo eso, porque tiene otros objetivos políticos, que muchos estamos en contra".
Sobre la afirmación de su artículo en el sentido de que "el PP es un obstáculo para Zapatero", el que fuera ministro de Aznar explicó que el presidente del Gobierno pretende "no eliminar pero sí marginar al PP de todo el proceso". Para ello, denunció que la estrategia socialista pasa por presentar al PP como "los heredemos del franquismo y diariamente hay un intento de deslegitimar al PP olvidando que detrás hay diez millones de ciudadanos, que hemos sido capaces de gobernar bien durante ocho años, y que seguimos gobernando en CCAA y Ayuntamientos, que representamos una parte sustancial del país y que aspiramos a volver a gobernar. Eso, para determinados sectores, es un obstáculo y lo que hay que hacer es empujarnos hacia los extramuros del sistema, para ellos, puramente democrático".
Movimientos en el PSC contra Maragall
Sobre las quejas que han expresado algunos militantes del PSC por la deriva nacionalista de Maragall, el presidente del PP catalán admitió que "es verdad que están empezando a surgir determinadas voces, fundamentalmente de lo que llamaríamos el mundo intelectual: periodistas, escritores, que desde posiciones de izquierda sí que consideran que el PSC es cada día mas nacionalista y menos socialista. En eso llevan toda la razón".
Son las primeras voces críticas pero vaticina Pique que no serán las únicas: "no me extraña que empiecen a surgir estas cosas porque oyendo a Maragall, o a muchos miembros del PSC, es prácticamente imposible distinguirlos de ERC o de una CiU cada vez mas radicalizada. Lo que me preocupa es esa instalación en lo políticamente correcto, que la mayoría de fuerzas políticas de Cataluña están a ver quién es más nacionalista y con planteamientos cada vez mas reivindicativos y más fuera del marco constitucional".