Hasta diciembre “nada de nada”. Éste es el mensaje que ha transmitido Mariano Rajoy ante su Comité Ejecutivo Nacional sobre las candidaturas pendientes y, en especial, sobre la crisis interna que azota al PP de Asturias. Un anuncio a modo de píldora tranquilizante con la que el líder de los populares pretendía hacer huir el miedo de varios primeros espadas de la formación a una nueva brecha interna, pero que a juicio de los testimonios recabados no ha conseguido.
El debate estaba más encima de la mesa que nunca, habida cuenta de que los socialistas madrileños acaban de celebrar primarias para elegir a su cabeza de cartel. La pregunta se la repetían por tres veces a Rajoy en rueda de prensa: ¿Es posible trasladar dicho formato al PP?
Según fuentes de la Organización, el partido puede celebrar un congreso extraordinario en el que los militantes elijan a su líder a través de las urnas. No son primarias propiamente dichas, pero la fórmula ya se celebró recientemente en Baleares con éxito rotundo.
El pero, arguyen las fuentes consultadas, es que entonces fue el presidente del partido, José Ramón Bauzá, quien pidió que se celebrara el cónclave a fin de reafirmar su liderazgo, mientras que en el caso asturiano Ovidio Sánchez no quiere ni tan siquiera que le mencionen esta posibilidad. El entorno de Francisco Alvarez Cascos está seguro de que el ex ministro “arrasaría” si las bases hablar. Al final, eso sí, un barón regional recuerda que “lo que diga Génova va a misa”.
Los mensajes de Rajoy
Con todos los ingredientes encima de la mesa, el tema primarias se instalaba con fuerza en el órgano popular, celebrado en Barcelona. Primero, Rajoy pedía sosiego a los suyos y, acto y seguido, a los medios de comunicación.
"Yo soy muy respetuoso con los estatutos del partido", dijo Rajoy, en referencia a que en estos no hay cláusula alguna que hable de primarias. "Sobre el tema de las primarias, mi voto lo manifesté como todos los militantes del partido en el último congreso que hemos celebrado y ése es el voto que yo mantengo", reiteró.
En su última contestación ante los periodistas, llegó a decir: “respeto que cada uno se organice en su casa como le parezca mejor y estime oportuno y conveniente". Ya en corrillo con los periodistas añadió que no prevé zanjar el asunto a corto plazo y que, por ley, tienen hasta abril para tomar una decisión.
Escuchándole, el propio Ovidio Sánchez, que no tomó la palabra en el Comité ni tampoco quiso echar más leña al fuego ante los periodistas. “Ahora le toca el turno a Madrid. Todo está igual que la semana pasada”, puntualizó en conversación informal con este periódico.
Muchas ausencias
Un Comité Ejecutivo Nacional con muchas ausencias y muy soso en lo referido a asuntos internos. Rajoy fue a hablar de su libro y nadie se atrevió a sacar a la palestra otro asunto que no fuera el de la grave situación económica o las próximas elecciones catalanas. Además del propio Rajoy, sólo tomaron la palabra Alicia Sánchez Camacho y María Dolores de Cospedal, que presentaron sendos informes internos con poca chicha.
Comentada fue la ausencia de Francisco Camps, en primer término, así como de otros barones de relieve como Ramón Luis Valcárcel o Antonio Basagoiti.