L D (Europa Press) En una entrevista en Antena 3, Rajoy fue interrogado hasta en seis ocasiones por el futuro secretario general y se le preguntó por dirigentes destacados del partido como Pío García-Escudero, Dolores de Cospedal, Esteban González Pons, Javier Arenas, Ana Mato o Manuel Lamela. "Le voy a decir una cosa que no es nada gallega y que se entiende muy bien. Nunca he puesto en tela de juicio su sagacidad como periodista", respondió. Después fue esquivando todas las restantes cuestiones sobre este asunto.
Eso sí, señaló que su deseo es que el secretario general y el resto de la dirección sean "personas representativas del partido, respetadas en el partido y que colaboren para hacer un proyecto en el que todos los españoles puedan sentirse cómodos". Al ser preguntado cómo va a integrar a dirigentes críticos como Esperanza Aguirre, Juan Costa o María San Gil, el presidente del PP señaló que estos días ha hablado "con bastante gente" y que lo importante ante el cónclave de esta semana es estar de acuerdo en el proyecto político de "centro y moderado".
"En este partido todo el mundo tiene su sitio, a mí no me sobra absolutamente nadie, sino que me hace falta más gente para tener la confianza de 12 millones de personas", declaró, para añadir que intentará "integrar al mayor número de personas posibles". Aunque subrayó que "no es mejor candidato que nadie", reiteró que quiere seguir presidiendo el partido por tres razones: la primera, porque se lo ha pedido "una mayoría" del PP --algo que según dijo le "obliga mucho"--; la segunda, porque puede "unir al PP en torno a un proyecto político"; y la tercera, porque está convencido de que puede ganar elecciones. Es más, recalcó que le han pedido también que sea candidato a las generales de 2012.
También hubo varias cuestiones sobre el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, quien, a su juicio, "sale muy bien en las encuestas porque es un extraordinario alcalde de Madrid y hace las cosas muy bien". A renglón seguido, señaló que su valoración en las encuestas es más baja porque la oposición "desgasta", ya que desempeña un papel "más incómodo" al tener que estar continuamente "chinchando" al Ejecutivo. "Y quiero volver al Gobierno para aplicar un proyecto político y para que suba mi valoración", añadió.
El presidente del PP no aclaró cual ha sido su mayor decepción tras la derrota electoral del 9 de marzo y se limitó a señalar que se queda con "las muestras sinceras de afecto y de cariño" que ha recibido en estos dos meses. Al ser preguntado si se ha sentido traicionado, indicó que "a nadie le gusta que le pasen no sé que cosas" pero agregó que "de cualquier circunstancia de la vida hay que sacar consecuencias".
Rajoy no quiso desvelar tampoco la estrategia del partido alegando que las estrategias, igual que en el fútbol, "no se cuentan". En el caso concreto de Cataluña –una de las comunidades con más diferencia porcentual con el PSOE– avanzó que hará "todo el esfuerzo del que sea capaz para defender los intereses de los ciudadanos de Cataluña" y el "interés general" de todos los españoles. "El PP tiene mucho margen y muchas posibilidades de mejorar su posición en Cataluña", aseveró.
En cuanto a la marcha de la presidenta del PP vasco, María San Gil, expresó su respeto por su "decisión personal" y dijo que le tiene "el máximo respeto, afecto y cariño". "Es posible que en el futuro a lo mejor cambie de opinión, ojalá sea así, pero desde luego siempre le tendré el mayor de los respetos y el mayor de los afectos y cariño", enfatizó. Se le preguntó entonces si se sentía responsable de las salidas de la primera línea y replicó que hay personas que "salen de la primera línea y siguen en política" y algunas que están en segundo plano y pasan a la primera. Se trata, prosiguió, de los cambios habituales que se producen en todos los partidos políticos.
En la parte final de la entrevista, con preguntas más personales, el líder de los 'populares' confesó que aún no había hecho la declaración de la renta, que le sale a pagar y que pone una cruz en la casilla de la Iglesia.