L D (Agencias) El presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, ha convocado para hoy una reunión de la Junta de Portavoces de la Cámara. Los portavoces tendrán que votar una propuesta para disolver el grupo parlamentario de Sozialista Abertzaleak, el nombre que se pusieron los batasunos poco antes de la ilegalización judicial del brazo político de ETA. Sin embargo, tanto el PNV como Eusko Alkartasuna ya han anunciado que votarán en contra de dicha propuesta, uniéndose al portavoz proetarra, Arnaldo Otegi, que también se opondrá.
La Mesa de la Cámara de Vitoria se reunió ayer para estudiar la situación tras la providencia del Supremo, que daba cinco días a la institución vasca para disolver el grupo de ETA-Batasuna. En ese encuentro, y a propuesta del presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, la Mesa aprobó un texto bastante ambiguo en el que se propone modificar el reglamento de la Cámara para incorporar un mecanismo que facilite la disolución de un grupo parlamentario –en general, sin referirse explícitamente a Sozialista Abertzaleak– cuando haya una sentencia firme de disolución del partido al que se vincula dicho grupo.
Esta propuesta de Atutxa fue aceptada con el parecer favorable de todos los grupos, excepto el Partido Popular, que defendió la aplicación inmediata del auto de disolución de Sozialista Abertzaleak. Sin embargo, esta propuesta debe ser ratificada en la votación de hoy por la Junta de Portavoces, que se va a reunir esta tarde, y fuentes de los tres grupos nacionalistas –PNV, Eusko Alkartasuna y Sozialista Abertzaleak– ya han dicho que rechazarán la propuesta "en coherencia" con la posición que han adoptado hasta ahora, a pesar de que ayer, en la Mesa, PNV y EA dieron su visto bueno a tramitarla, diferenciando su actuación institucional de su posicionamiento político.
Izquierda Unida no asistirá
En la Junta de Portavoces, PP y PSE votarán a favor del texto, por lo que quedarán en minoría frente a los nacionalistas y, con toda probabilidad, la propuesta será rechazada. Por su parte, portavoz de IU en el Parlamento Vasco, Antton Karrera, ha explicado que su formación no acudirá a la reunión porque, según dijo, no quiere ser partícipe de un "engaño". Karrera y Kontxi Bilbao, secretaria de IU en la Mesa de la Cámara, comparecieron ante la prensa en los pasillos del Parlamento, donde confirmaron su decisión, anticipada en varios medios, de no asistir a la reunión de la Junta. Según Karrera, "no queremos ser partícipes de mandar a la izquierda abertzale a otro grupo" parlamentario.
En realidad, lo que Karrera quería decir es que Izquierda Unida se opone a que los batasunos dejen de tener grupo propio y se tengan que pasar al Grupo Mixto, en el que IU reina en solitario. La coalición de Javier Madrazo rechaza tener que compartir con los miembros de ETA-Batasuna el tiempo, el trabajo del grupo, la asistencia a las comisiones y, sobre todo, la subvención que reciben por tener un grupo para su propio uso, ya que Izquierda Unida tendría que repartirse dicha subvención con los representantes del brazo político de ETA.
Atutxa tiene una excusa
Tras la reunión de la Mesa celebrada el jueves, Juan María Atutxa dijo que el auto del Tribunal Supremo "pisotea el Estatuto" en cuanto a la inviolabilidad de los parlamentarios e "invade" competencias y la capacidad de organización de la Cámara. Atutxa también explicó que, ante un hipotético rechazo de esta propuesta en la Junta de Portavoces, lo que ocurrirá hoy con toda probabilidad, él no se sentiría "desautorizado" y dijo que se limitaría a comunicar al Tribunal Supremo que no puede cumplir su auto por no tener mecanismos para ello. A preguntas de los periodistas descartó dimitir en su cargo después de haber propuesto esta solución, porque consideró que no ha habido una "dejación de la defensa de dignidad de la Cámara" por su parte.
Lo que Atutxa no explicó es que, cuando el Tribunal Supremo dé cumplimiento a su ultimátum de cinco días para que se disuelva el grupo de Sozialista Abertzaleak y, por tanto, cumpla su amenaza de denunciar al presidente de la Cámara y a la Mesa por incumplir su petición urgente, Juan María Atutxa utilizará para su defensa la propuesta que fue aprobada ayer por la Mesa. Dirá, como ya ha declarado, que él hizo todo lo posible por conseguir que se cumpliera la providencia del Supremo, pero que la Junta de Portavoces lo rechazó, siguiendo las normas internas de funcionamiento de la Cámara, por lo que no cabe imputarle delito alguno, ya que al menos lo intentó desde su puesto institucional, pese a no conseguirlo.
La Mesa de la Cámara de Vitoria se reunió ayer para estudiar la situación tras la providencia del Supremo, que daba cinco días a la institución vasca para disolver el grupo de ETA-Batasuna. En ese encuentro, y a propuesta del presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, la Mesa aprobó un texto bastante ambiguo en el que se propone modificar el reglamento de la Cámara para incorporar un mecanismo que facilite la disolución de un grupo parlamentario –en general, sin referirse explícitamente a Sozialista Abertzaleak– cuando haya una sentencia firme de disolución del partido al que se vincula dicho grupo.
Esta propuesta de Atutxa fue aceptada con el parecer favorable de todos los grupos, excepto el Partido Popular, que defendió la aplicación inmediata del auto de disolución de Sozialista Abertzaleak. Sin embargo, esta propuesta debe ser ratificada en la votación de hoy por la Junta de Portavoces, que se va a reunir esta tarde, y fuentes de los tres grupos nacionalistas –PNV, Eusko Alkartasuna y Sozialista Abertzaleak– ya han dicho que rechazarán la propuesta "en coherencia" con la posición que han adoptado hasta ahora, a pesar de que ayer, en la Mesa, PNV y EA dieron su visto bueno a tramitarla, diferenciando su actuación institucional de su posicionamiento político.
Izquierda Unida no asistirá
En la Junta de Portavoces, PP y PSE votarán a favor del texto, por lo que quedarán en minoría frente a los nacionalistas y, con toda probabilidad, la propuesta será rechazada. Por su parte, portavoz de IU en el Parlamento Vasco, Antton Karrera, ha explicado que su formación no acudirá a la reunión porque, según dijo, no quiere ser partícipe de un "engaño". Karrera y Kontxi Bilbao, secretaria de IU en la Mesa de la Cámara, comparecieron ante la prensa en los pasillos del Parlamento, donde confirmaron su decisión, anticipada en varios medios, de no asistir a la reunión de la Junta. Según Karrera, "no queremos ser partícipes de mandar a la izquierda abertzale a otro grupo" parlamentario.
En realidad, lo que Karrera quería decir es que Izquierda Unida se opone a que los batasunos dejen de tener grupo propio y se tengan que pasar al Grupo Mixto, en el que IU reina en solitario. La coalición de Javier Madrazo rechaza tener que compartir con los miembros de ETA-Batasuna el tiempo, el trabajo del grupo, la asistencia a las comisiones y, sobre todo, la subvención que reciben por tener un grupo para su propio uso, ya que Izquierda Unida tendría que repartirse dicha subvención con los representantes del brazo político de ETA.
Atutxa tiene una excusa
Tras la reunión de la Mesa celebrada el jueves, Juan María Atutxa dijo que el auto del Tribunal Supremo "pisotea el Estatuto" en cuanto a la inviolabilidad de los parlamentarios e "invade" competencias y la capacidad de organización de la Cámara. Atutxa también explicó que, ante un hipotético rechazo de esta propuesta en la Junta de Portavoces, lo que ocurrirá hoy con toda probabilidad, él no se sentiría "desautorizado" y dijo que se limitaría a comunicar al Tribunal Supremo que no puede cumplir su auto por no tener mecanismos para ello. A preguntas de los periodistas descartó dimitir en su cargo después de haber propuesto esta solución, porque consideró que no ha habido una "dejación de la defensa de dignidad de la Cámara" por su parte.
Lo que Atutxa no explicó es que, cuando el Tribunal Supremo dé cumplimiento a su ultimátum de cinco días para que se disuelva el grupo de Sozialista Abertzaleak y, por tanto, cumpla su amenaza de denunciar al presidente de la Cámara y a la Mesa por incumplir su petición urgente, Juan María Atutxa utilizará para su defensa la propuesta que fue aprobada ayer por la Mesa. Dirá, como ya ha declarado, que él hizo todo lo posible por conseguir que se cumpliera la providencia del Supremo, pero que la Junta de Portavoces lo rechazó, siguiendo las normas internas de funcionamiento de la Cámara, por lo que no cabe imputarle delito alguno, ya que al menos lo intentó desde su puesto institucional, pese a no conseguirlo.