L D (EFE) Zapatero dio a conocer esta postura en una charla informal con periodistas en la recepción posterior a los actos de la Pascua Militar, presididos por los Reyes, en la que comunicó la fecha de su encuentro con Ibarretxe en el Palacio de la Moncloa y su intención de reunirse posteriormente con el presidente del PP.
El jefe del Ejecutivo descartó la vía de la negociación que reclamó el lehendakari tras aprobarse el plan el pasado 30 de diciembre, pero insistió en su deseo de trasladarle los argumentos en los que basa su rechazo y de que el texto se debata en el Congreso. Zapatero apeló al "respeto a la razón democrática" y a la necesidad de velar por los principios constitucionales" para considerar "inaceptable" el proyecto de reforma del Estatuto vasco.
En su opinión, este plan "afecta negativamente a la convivencia entre vascos", emprende "un camino que no conduce a nada para nadie" y no contiene "puntos de luz positivos".
Estimó "desafortunada" la frase del lehendakari en la que habló de cómo alcanzar una solución sin llegar "a tortas", si bien matizó que la interpretación de este comentario "se está sacando de contexto" y que ni el propio Ibarretxe quiso darle tanta relevancia. Preguntado por la influencia de los próximos comicios autonómicos, Zapatero admitió que todo proceso electoral "tiene algo de referéndum", pero insistió en que el plan sería "inconstitucional antes y después de las elecciones y con o sin mayoría".
El jefe del Ejecutivo descartó la vía de la negociación que reclamó el lehendakari tras aprobarse el plan el pasado 30 de diciembre, pero insistió en su deseo de trasladarle los argumentos en los que basa su rechazo y de que el texto se debata en el Congreso. Zapatero apeló al "respeto a la razón democrática" y a la necesidad de velar por los principios constitucionales" para considerar "inaceptable" el proyecto de reforma del Estatuto vasco.
En su opinión, este plan "afecta negativamente a la convivencia entre vascos", emprende "un camino que no conduce a nada para nadie" y no contiene "puntos de luz positivos".
Estimó "desafortunada" la frase del lehendakari en la que habló de cómo alcanzar una solución sin llegar "a tortas", si bien matizó que la interpretación de este comentario "se está sacando de contexto" y que ni el propio Ibarretxe quiso darle tanta relevancia. Preguntado por la influencia de los próximos comicios autonómicos, Zapatero admitió que todo proceso electoral "tiene algo de referéndum", pero insistió en que el plan sería "inconstitucional antes y después de las elecciones y con o sin mayoría".
Críticas a la reacción del PP
Fue crítico con la reacción que el PP y Rajoy han tenido hasta el momento frente a la propuesta de la Cámara vasca y su posible tramitación en las Cortes Generales. En este sentido, lamentó "las precipitaciones, que son siempre malas", y recomendó al PP "esperar a que los hechos sucedan" y no basar su respuesta en las declaraciones. Al margen de la reunión que mantendrá con Rajoy, Zapatero informó de que este viernes hablará con el líder del PP para intercambiar impresiones sobre el desarrollo de los acontecimientos.
Sobre la posibilidad de cerrar un acuerdo con el PP que garantice la unidad de España, Zapatero descartó esta posibilidad. Tras la amenaza de ERC de retirar su apoyo parlamentario al PSOE, el presidente del Gobierno consideró "muy conveniente" el consenso de los dos partidos mayoritarios aunque aclaró que no sería imprescindible.
Además de rechazar la propuesta del PP para impugnar en el Constitucional el acuerdo del Parlamento vasco, el presidente del Gobierno se negó también a convocar urgentemente la Conferencia de Presidentes autonómicos solicitada por el jefe del Ejecutivo de Navarra, Miguel Sanz, a quien dijo que telefonearía para comentarle los motivos de su postura.