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Zapatero no recuerda si informó al director de El Mundo sobre los terroristas suicidas

El presidente del Gobierno ha seguido en su discurso en la comisión del 11-M el guión adelantado por el diario El País. Zapatero ha repetido en ocho ocasiones que, según las diligencias judiciales y policiales, "la preparación, autoría y responsabilidad de los atentados corresponde en exclusiva al terrorismo internacional de tipo islamista radical". A preguntas de Zaplana, el presidente admitió que Rubalcaba le informó de su conversación con Vera, pero dijo que no se acuerda de todo lo dicho en sus llamadas a los directores de medios de comunicación. Opine en nuestro FORO sobre la comparecencia.

El presidente del Gobierno ha seguido en su discurso en la comisión del 11-M el guión adelantado por el diario El País. Zapatero ha repetido en ocho ocasiones que, según las diligencias judiciales y policiales, "la preparación, autoría y responsabilidad de los atentados corresponde en exclusiva al terrorismo internacional de tipo islamista radical". A preguntas de Zaplana, el presidente admitió que Rubalcaba le informó de su conversación con Vera, pero dijo que no se acuerda de todo lo dicho en sus llamadas a los directores de medios de comunicación. Opine en nuestro FORO sobre la comparecencia.
(Libertad Digital) La comparecencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ante la comisión de investigación de los atentados del 11 de marzo comenzó en la sala Internacional del Congreso a las 9:10 horas.

El jefe del Ejecutivo, que llegó casi veinte minutos antes al edificio de la Carrera de San Jerónimo, accedió a la sala Internacional, lugar en el que se desarrolla la comparecencia, acompañado del presidente de la comisión, Paulino Rivero, y de varios dirigentes socialistas, entre ellos el portavoz del PSOE en la Cámara, Alfredo Pérez Rubalcaba. Previamente, habían entrado ya en la sala otros dirigentes del PSOE, entre ellos, el secretario de Organización, José Blanco. 
 
Durante su intervención inicial ante la comisión de investigación parlamentaria del 11-M, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que es "inconcebible" pensar que los atentados del 11-M afectaran la voluntad de los españoles y consideró una "infamia" que alguien crea que los ciudadanos "se plegaron" a los designios de los terroristas. Identificaba así las críticas a la decisión exclusiva de su Gobierno de retirar las tropas de Irak con un ataque a la valentía de todos los ciudadanos españoles. Dentro de la defensa de este argumento, Zapatero se preguntó: "¿Cuándo los españoles nos hemos sometido a la violencia terrorista?, ¿quiénes han ido con el cuento de nuestra cobardía y nuestra docilidad a los gobernantes y opiniones públicas de otros países?".

Argumentó que, tras 30 años de terrorismo, España es "el país más estéril de la tierra" para los designios terroristas y sus ciudadanos son "los más vacunados contra sus métodos" ya que, estas tres décadas, han "enseñado" a los españoles "a no ceder, a resistir" y a los terroristas que su lucha es "inútil, ellos ya lo saben". En la misma línea, Zapatero quiso destacar que el 11-M los ciudadanos "no se amedrentaron" ni "se doblegaron", como demuestra el hecho de que a las 30 horas de la masacre salieron a la calle "en la demostración de coraje más amplia y contundente que ha contemplado país alguno, a decir no a terrorismo".

Por ello, consideró una "infamia" sugerir que los atentados del 11 de marzo afectaron a las decisiones de los españoles en los días posteriores. "Que nadie venga a hora a tergiversar la historia y a ofendernos con insidias e insinuaciones", dijo Zapatero, que de esta forma desvinculaba el atentado con el resultado de las elecciones del 14-M.
 
Culpó en ocho ocasiones al "terrorismo internacional"
 
Zapatero ha repetido hasta ocho veces que “la preparación, autoría y responsabilidad de los atentados corresponde única y exclusivamente al terrorismo intencional del tipo islamista radical” y ha destacado las actuaciones policiales e investigaciones judiciales, los informes del CNI y de los servicios de inteligencia de “los países amigos” para respaldar esta afirmación. Además ha dicho que los informes de las instituciones penitenciarias “deducen que no existe conexión alguna relevante entre islamistas y ETA”.
 
Elogió la colaboración de un grupo de "países amigos" en la lucha contra el terrorismo y ha hecho una mención especial al Reino de Marruecos, al que ha calificado como “nuestro amigo y aliado”. Ha destacado que  ha incrementado notablemente su colaboración desde que el PSOE llegó al poder, ha dicho que “antes del 11-M Marruecos envió 165 informes” y lo contrastó con que después de los atentados han colaborado con “118 solicitudes de información, 231 informes sobre implicados en atentados y se han intervenido 280 teléfonos marroquíes, en sólo unos meses”.

El presidente del Gobierno había comenzado su intervención con un homenaje a las 192 personas que murieron en los atentados del 11-M, simbolizadas en los nombres y apellidos de la primera y la última víctima de la lista alfabética de fallecidos. El jefe del Ejecutivo dijo que "murieron sin saber por qué" y sin que dieran un sentido a su muerte, y por ello hizo hincapié en que "nosotros no debemos atribuir un sentido a aquello que no lo tiene".
 
Zapatero ha insistido en su voluntad de “mirar al futuro”, pero también ha hablado de “ineficiencias” para anunciar las medidas del Gobierno para corregirlas. Así, se ha referido a la creación de nuevos puestos antiterroristas tanto en la Policía como en la Guardia Civil, 150 en cada cuerpo y 40 nuevos interpretes, entre otras medidas. El líder socialista también afirmó que la amenaza del terrorismo islamista fue "claramente subestimada" por el Ejecutivo del PP y dijo que ahora nuestro país está "mejor protegido". No obstante, propuso algunas medidas para el futuro, destacando la oferta de un Pacto de Estado contra el terrorismo internacional parlamentario que pueda ser exportable al resto del mundo y ser tomado como modelo y "catalizador".
 
Ahora es el turno del portavoz popular, Eduardo Zaplana, que ha preferido hablar de "terrorismo islámico" en vez de "internacional", al contrario de lo había hecho Zapatero en su discurso. Además, respecto a la propuesta del Pacto contra el terrorismo islamista realizada por el presidente del Gobierno en su intervención, el portavoz del PP le ha advertido de que no cuente con esta formación "si de lo que se trata es de diluir como un azucarillo" el Pacto contra el terrorismo de ETA firmado por populares y socialistas. Zaplana recordó a Zapatero que durante su intervención había pedido que no se sacaran intenciones de los atentados terroristas y le preguntó si él no había sido el autor de esta frase tras los atentados de Casablanca: "Por culpa de la política exterior del PP ahora estamos también en la lista del terrorismo internacional".
 
El riesgo de atentados continúa siendo "elevado"
 
ZP ha respondido diciendo que varios informes, entre los que citó uno de Interpol, avalaban sus afirmaciones y pidió al PP que "supere el trauma de la derrota electoral" para "no tener que estar afirmando una y otra vez que consideran legítimo el resultado electoral" del 14-M.
 
Al ser preguntado por el portavoz popular sobre si consideraba que la retirada de las tropas de Irak reducía el riesgo de atentados, Zapatero ha contestado: “He expresado que desde el punto de vista objetivo la participación en la guerra de Irak elevó el riego de sufrir atentados”. Sin embargo, a continuación ha dicho que “el Gobierno considera que el riesgo continua alto”. También ha justificado la retirada de la tropas de Irak por su “compromiso con la ciudadanía” y ha insistido en que el apoyo de España a la coalición internacional “elevó el riesgo” para nuestro país, aunque a continuación volvió a reconocer en que la amenaza de un atentado “continua siendo elevada”, sin esa presencia de tropas españolas en Irak.
 
Zaplana recordó a Zapatero que después de los atentados del 11-S, su grupo presentó dos mil iniciativas parlamentaria de las que ninguna (“cero de dos mil”), se refería al terrorismo internacional. Zapatero se ha referido al Pacto por las Libertades y a la voluntad de “diálogo y consenso” como justificación de que no se presentase ninguna iniciativa. El portavoz popular recrodó que el líder socialista fue el primero que “afirmó que era ETA”, y le preguntó si recibió información distinta a la que el Gobierno hizo pública. El presidente después de reiterar que el PSOE en la oposición siempre apoyó al Gobierno, reconoció que “como todo el mundo”, atribuyó “inicialmente” la autoría a ETA.
 
Zapatero dijo que la única información extraoficial que recibió fue “en torno al mediodía del día 11 de marzo” de un colaborador, Miguel Sebastián, asesor económico del presidente, le informó que “un amigo que estaba en EEUU decía que en la Casa Blanca se barajaba con cierta fuerza la posibilidad de que la autoría fuera islamista” y aseguró que no habló con “ningún mando de las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado". Zaplana le recordó entonces que los socialistas José Blanco, Alfredo Pérez Rubalcaba y Jesús Caldera dijeron del 11 al 13-M que al PSOE le había llegado información de las Fuerzas de Seguridad y que conocían sus líneas de trabajo. "A usted no le llegaba, no se lo contaba o no lo sabía", sentenció Zaplana.
 
La conversaciones con Rafael Vera y con Pedro J. Ramírez
 
El presidente del Gobierno también tuvo que reconocer que sabía que Pérez Rubalcaba habló con Rafael Vera el 11-M. Comentó que Vera le dijo a Rubalcaba que "era muy difícil que ETA y los islamistas hubieran mantenido algún tipo de colaboración en relación a los atentados. "Le di relevancia menor", dijo ZP. "Por esa relevancia menor no se lo comunicó al Gobierno", contestó Zaplana. 
 
El momento más polémico de la comparecencia surgió cuando el PP preguntó al jefe del Ejecutivo si era verdad lo que aparece en el libro de Casimiro García Abadillo sobre la llamada de Zapatero al director de El Mundo en la que afirmó que "había terroristas suicidas" entre los muertos en los trenes. La respuesta de ZP no puede ser más reveladora: "Hablé con directores de medios de comunicación para valorar el alcance de la tragedia y para referirme a los extremos de valoración de lo que suponía las posibilidades de autoría. Pude valorar toda la información que existía entonces. Pero no puedo recordar con toda su exactitud las conversaciones". Y añadió que después de que el Gobierno las desmintiera le dio una "importancia relativa" a las informaciones sobre los terroristas suicidas.
 
Zapatero ha acusado al anterior Gobierno de mentir con esta palabras: “Afirmo que habiendo sólo una línea de investigación desde el jueves por la tarde todo lo que se dijo después fue un engaño masivo”. Contrapuso el comportamiento “ejemplar” del PSOE con el “engaño” del Gobierno, insistió que desde que se supo que la dinamita no era Tytadine, la autoría de ETA quedaba descartada. Y añadió que el día 12 y el 13 “había una demanda permanente de información que hizo fatal el Gobierno, que no teniendo ningún sustento para sostener la autoría de ETA mantuvo esta afirmación”.
 
El presidente del Gobierno insistió en que “nunca hubo ningún dato que apuntara a ETA, el único era el explosivo y se descartó el día 11por la tarde y todos escuchamos lo que dijo el Gobierno hasta el día trece”, lo que para Zapatero demuestra que “lo que hizo el Gobierno fue engañar, un engaño masivo”, afirmó.
 
Zapatero se niega a condenar las manifestaciones del 13 de marzo
 
A continuación, Zaplana pidió a Zapatero que condenase las manifestaciones de acoso a las sedes del PP, el día 13 de marzo, jornada de reflexión, a lo que el presidente respondió que “esta historia de las concentraciones ya la vivió el PSOE y sus infundios con las manifestaciones de la guerra de Irak”. Zapatero negó la participación del PSOE, “ni conocimos, ni planeamos, ni participamos, ni incitamos, ni secundamos, las manifestaciones de ese día 13”, e incluso llegó a preguntar al PP por qué miles de personas “llenas de indignación” llegaron a manifestarse “espontáneamente”.
 
Pese a la contundencia con la que pretendió demarcar a su partido de la convocatoria de las manifestaciones, citó las denuncias presentadas contra militantes socialistas "trece de 400.000 miembros del PSOE" de las que dijo el presidente están "todas archivadas menos tres en Gijón", en ningún momento emitió una sola palabra de condena. Ante las reiteradas peticiones de Zaplana de que las condenase, Zapatero se negó  y las justificó al definirlas como concentraciones “espontáneas de ciudadanos indignados por la falta de información”.
 
El presidente del Gobierno también se refirió a las reiteradas peticiones del PP de que la comisión amplíe sus trabajos incluyendo las comparecencias de los confidentes hasta ahora vetadas por el PSOE. Acusó a los populares de “irresponsabilidad” y que del “engaño masivo” de los días 12 y 13 marzo, el PP ha pasado a la “confusión masiva” por pedir que se investigue más. No faltaron referencias a la comparecencia del ex presidente del Gobierno, José María Aznar, calificando Zapatero de “gravísima irresponsabilidad” aludir a “desiertos y montañas no muy lejanos” como lugar de procedencia de los terroristas y que se está “poniendo en duda” que el Gobierno quiera “investigar todos los extremos”. Sin embargo, poco después eludía contestar a Zaplana  si iba a permitir o no que la comisión prosiguiese a los trabajos y decía que esperar que ésta se cerrase con un acuerdo “razonado” de una mayoría “razonable” de los grupos parlamentarios.   
 
 

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