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Zapatero rechaza el referéndum de Ibarretxe por miedo al PP más que por convicción

El lehendakari anunció a José Luis Rodríguez Zapatero que iba a convocar un referéndum de autodeterminación durante "un encuentro privado" celebrado "a mediados de verano". La reacción de Zapatero fue preguntarse por el impacto que la medida tendría en la Opinión Pública, en el PP y en algunos sectores del PSOE. Con todo, lo más relevante de la filtración es que pone en evidencia una nueva ocultación de Zapatero, quien el pasado fin de semana no mencionó que ya conocía la hoja de ruta de Ibarretxe y, en cambio, advirtió, solemne: "Voy a escuchar al lehendakari, pero él también me va a escuchar a mí".

Zaplana compara la propuesta con el 23-F
El lehendakari anunció a José Luis Rodríguez Zapatero que iba a convocar un referéndum de autodeterminación durante "un encuentro privado" celebrado "a mediados de verano". La reacción de Zapatero fue preguntarse por el impacto que la medida tendría en la Opinión Pública, en el PP y en algunos sectores del PSOE. Con todo, lo más relevante de la filtración es que pone en evidencia una nueva ocultación de Zapatero, quien el pasado fin de semana no mencionó que ya conocía la hoja de ruta de Ibarretxe y, en cambio, advirtió, solemne: "Voy a escuchar al lehendakari, pero él también me va a escuchar a mí".
(Libertad Digital) El órgano de información y opinión del PNV revela este martes que Zapatero conocía desde "mediados de verano" la hoja de ruta de Juan José Ibarretxe hacia la secesión. Sin embargo, el pasado fin de semana el presidente se hizo el nuevo con el referéndum anunciado el viernes 28 de septiembre por el lehendakari, durante el Pleno de Política General celebrado en el Parlamento vasco.
 
Rodríguez Zapatero anunció: "Voy a escuchar al lehendakari, pero él también me va a escuchar a mí". Según Deia, Zapatero fue, "además del círculo más estrecho de colaboradores de Ibarretxe y de los principales dirigentes del PNV, de las pocas personas en conocer la iniciativa del lehendakari antes del pleno de Política General".
 
El mismo diario, citando "fuentes de toda solvencia", asegura que Ibarretxe informó de su planes a Zapatero durante "un encuentro privado" celebrado "a mediados de verano", coincidiendo en el tiempo con las negociaciones entre el PSN, IU y los secesionistas vascos  de Nafarroa Bai para alcanzar un acuerdo que sacase a Miguel Sanz de la presidencia de la comunidad foral de Navarra.
 
De ser cierto, el presidente del Gobierno habría vuelto a quedar en evidencia, ocultando una información relevante a la población y simulando que desconoce de primera mano la propuesta del lehendakari.
 
El diario del PNV desvela que la respuesta de Zapatero, cuando conoció la intención de Ibarretxe, fue desaprobar el referéndum, "no tanto por convicción propia como por el temor a la reacción que una hipotética aprobación, por su parte, de la consulta hubiera levantado en el PP e incluso en algunos sectores del Partido Socialista". "Los temores de Zapatero se explican por la inmediatez de las elecciones generales y los efectos que podría tener un acuerdo con el Gobierno de Vitoria para posibilitar un nuevo estatuto vasco o la modificación del ordenamiento jurídico vigente para acoger la posibilidad de un referéndum", continúa relatando.
 
Continuación de la negociación
 
Deia encuadra la propuesta de Ibarretxe como la continuación del proceso de negociación entre el Ejecutivo y ETA, y el PSOE con Batasuna. Así, según continúa relatando, tras la ruptura del alto el fuego "el lehendakari comenzó entonces a definir y trabajar desde la cocina la hoja de ruta que presentó la semana pasada, sobre idénticas bases a las acordadas en las conversaciones de Loyola –mantenidas por PSE, PNV y Batasuna al inicio de la negociación–, aunque obviamente formuladas de manera diferente: reconocimiento de la nación vasca, fin de la violencia, participación sin exclusiones, diálogo y acuerdo político amplio y refrendo en una consulta constitutiva del derecho a decidir".
 
Como ya había filtrado ETA a Gara, y publicado El País, el diario del PNV recuerda que "en las once reuniones a tres bandas mantenidas en el Santuario de Loyola consensuaron un documento a modo de preacuerdo que recogía los mínimos para la normalización. Entre ellos se incluía el compromiso para crear un órgano institucional común para la CAV y Nafarroa, con atribuciones ejecutivas y de propuesta legislativa, así como la celebración de un referéndum para ratificar los acuerdos plasmando así el derecho a decidir de los vascos. El borrador también recogía el reconocimiento de Euskal Herria".
 
Como recuerda Deia , "las expectativas fueron tales que hasta el propio Jesús Egiguren (PSE) no ocultó su entusiasmo al empezar a definirse el acuerdo, aunque suponía un salto cualitativo para el PSOE. Tampoco Arnaldo Otegi disimuló su satisfacción por un texto que fue bendecido incluso por los sectores más duros de Batasuna".

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