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Alan García en España: La incontinente verborrea de antaño, en pleno esplendor

 Con apenas un par de días en España, Alan García ha demostrado que pese a su seriedad en mantener el buen rumbo económico que lleva el Perú desde hace ya varios años, sigue siendo casi el mismo que con su exagerada verborrea intentaba convencer a sus votantes en aquel triste segundo lustro de la década de los 80. El presidente peruano se ha plantado en Madrid para animar a los empresarios españoles a invertir en un país donde las posibilidades son inmensamente mejores que en sus países vecinos.

 Con apenas un par de días en España, Alan García ha demostrado que pese a su seriedad en mantener el buen rumbo económico que lleva el Perú desde hace ya varios años, sigue siendo casi el mismo que con su exagerada verborrea intentaba convencer a sus votantes en aquel triste segundo lustro de la década de los 80. El presidente peruano se ha plantado en Madrid para animar a los empresarios españoles a invertir en un país donde las posibilidades son inmensamente mejores que en sus países vecinos.
(Libertad Digital - Martín Higueras) Durante su encuentro con un gran número de empresarios, Alan García hizo una exposición en la que tardó varios minutos en presentar las bondades que ofrece hoy en día la ordenada economía peruana. Tras saludar afectuosamente a Manuel Fraga –su director de tesis doctoral durante los años académicos del presidente peruano en la Universidad Complutense de Madrid–, García quiso tomar el nombre del Foro –Nueva Economía– para hacer una larga y tediosa introducción en la que habló de Lenin y hasta del mismísimo Deng Xiaoping, regalándoles incluso algunas alabanzas.
 
Tras hacer referencias a varias experiencias personales, Alan García demostró que ideológicamente ha evolucionado dejando atrás su idea de que el Estado debía formar parte importante de la vida económica de un país, tal y como lo hizo en 1987 intentando estatizar la banca peruana, lo que dio inicio a una crisis económica que el Perú tardó mucho en recuperarse. Ahora, 18 años después de dejar el poder en su primer mandato, el líder peruano cree que lo más importante es la creación de empleo mediante la bienvenida de capital e inversión extranjera, lo que supone sin duda un giro de 180 grados con respecto a sus ideologías que lo llevaron a ser elegido presidente en 1985 con sólo 36 años.
 
Lo que querían oír los empresarios vino varios minutos después. A pregunta del propio  Fraga acerca de la situación de gas recientemente descubierto por Repsol, García señaló que "ellos hablan de 2 trillones de pies cúbicos (unos 56.000 millones de metros cúbicos) pero sabemos que son 2,5 o más trillones de pies cúbicos en un solo yacimiento, en una sola estructura" de las cuatro que tiene el lote. Agregó que "nos hace pensar que en las tres estructuras restantes podremos encontrar una cantidad mayor, con lo que superaríamos los 20 trillones de pies cúbicos asegurados en este momento". "La lógica dice que tendríamos asegurados el transporte interno, el uso domiciliario por más de 20 años, al mismo tiempo que exportaciones de gas a Monterrey y Estados Unidos", agregó.
 
García reconoció que es una cantidad que todavía está lejos de los 50 trillones que tiene Bolivia, aunque recordó que ese país empezó con 15 trillones, y que peruanos y bolivianos "estamos en la misma cuenca gasífera". Ante la complicada situación de Bolivia por las dificultades impuestas por su presidente Evo Morales a las empresas extranjeras, García quiso convencer de que en su país la situación estaba lejos de ser la misma. Para terminar, aseguró que "el Perú es el país más minero del mundo" y precisó que, a día de hoy, "solo está explotando el 10 por ciento de todos los yacimientos comprobados y, de ese 10 por ciento, hemos sacado el 4 por ciento". Por lo tanto, añadió, "lo que vengo a ofrecer y decir aquí es que tenemos el 96 por ciento de los recursos minerales a disposición de la inversión".
 

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