Antes de empezar a comentar el libro de Luis "En vida de Antonio Herrero" me gustaría darles las gracias en nombre de mi familia y en el mío propio por tener a Antonio en el recuerdo, por ser su amigo, y por dedicarle su tiempo, su esfuerzo y su cariño.
Antonio vivió muy deprisa y murió demasiado pronto, así que no tuvo tiempo de escribir. Tampoco le gustaba mucho, le costaba, porque él era mucho más inmediato, intuitivo. El papel exige reflexión. Es muy difícil encontrar textos suyos: algunas postales, dedicatorias o sus primeros reportajes en Europa Press. Es todo lo que hay. También dos pregones preciosos para la feria de Marbella y Los Romeros de San Bernabé en los que se descubre algo de lo que piensa sobre Marbella, y poco más.
Luis, aquí, nuevamente se ve obligado hacer de suplente y nos cuenta lo que Antonio nos hubiera contado en algunos casos, y en otros lo que Antonio no nos hubiera contado jamás. El libro no es exactamente una biografía de Antonio. Si se me permite una licencia arquitectónica, es una especie de "croquis" de la vida de Antonio. Un buen croquis es un primer dibujo hecho a mano, a lápiz, sin regla ni escala. No es un dibujo técnico, exacto y con medidas. Expresa un sentimiento, y sin embargo recoge lo esencial de la obra definitiva, la idea principal del autor.
Luis nos hace un esplendido croquis, su croquis de Antonio, desde su profundo conocimiento de él y las opiniones, conversaciones, datos, fotos, textos, etc… que de todos nosotros ha extraído como sólo los buenos entrevistadores saben hacer. Luis consigue mostrar al Antonio desconocido que a sus oyentes y amigos les encantará descubrir y el mundo de tremendos intereses y presiones que le tocó vivir y que quizás a sus oyentes y amigos no les gustará tanto descubrir.
A Antonio le encantaba Miguel Hernández y el libro discurre como el poema. La primera parte es la de la muerte. La narración de la muerte de Antonio recoge lo que de ella sabemos y entre nosotros hemos podido recopilar. Yo estuve con Antonio hasta las 3:30 del 2 de mayo de hace 10 años. A las 6:30 me llamaron para comunicarme el accidente. Un tío nuestro iba en el barco y nos contó lo que allí había pasado. En el libro Luis menciona ciertas opiniones discrepantes con la tesis oficial de la muerte por accidente. Nosotros sabemos lo que sabemos y así lo relata Luis con exactitud y limpieza. Nosotros no sabemos más.
El libro entra luego en el mundo que se desató con la muerte de Antonio: El primer programa, la sucesión en la COPE, etc… Aquí es donde Luis nos descubre al Antonio vivo y real. Es un magnifico relato, fácil, directo, ligero de su infancia, juventud, años de universidad… hasta la llega a Antena 3, el éxito, el antenicidio, la muerte de nuestro padre Antonio Herrero Losada, que tanto había marcado a Antonio, la derrota de Aznar en el 93 y la victoria en el 96, el pacto de Nochebuena, el ansonazo, el enfrentamiento final de Aznar con Antonio y la cena, la "famosa cena" del 1 de mayo en la que Aznar le pide a Federico y a Luis que abandonen a Antonio. Se lo iban a cargar y no debían seguir juntos. Lo que Antonio supo de esa cena sólo él lo sabía pero yo sí sé el daño que a él le hizo.
La tercera parte es la del amor. Esta parte es la que Antonio jamás hubiera contado, así que prefiero abstenerme. Coincido con Luis en que el gran amor de su vida fue el periodismo y siguiendo las huellas de mi padre a él se consagró. Pero discrepo profundamente con Luis porque yo sé que Antonio quiso mucho, muchísimo y fue sincero con sus amores, lo que pasa es que le gustaba esconder sus sentimientos y además estos eran relativamente movedizos, pero quería de verdad.
Y por fin las dos últimas páginas que recogen el último retrato. Es una excusa de Luis. Siempre he creído que Antonio estaba muy solo cuando murió y Luis lo sabe a ciencia cierta.