LD (Agencias) Durante su intervención en la segunda jornada del XV Encuentro del Sector Financiero, organizado por Deloitte y ABC, Solbes reconoció que el avance del Producto Interior Bruto "bajará claramente" del 3,5 por ciento, y auguró que la recuperación de la economía española no comenzará hasta el segundo semestre de 2009. Sin embargo, insistió en que las previsiones de crecimiento efectuadas por el Fondo Monetario Internacional (1,8 por ciento este año y 1,7 el que viene) están "desviadas hacia la baja".
Además, el vicepresidente segundo respondió al gobernador del Banco de España –quien auguró que el año que viene el superávit podría haber desaparecido– que "a finales de 2010 o principios de 2011", el crecimiento económico español estará "próximo al 3 por ciento", y ello hará que el superávit público vuelva a estar en el entorno del 2 por ciento del PIB. Solbes señaló que no debería registrarse déficit "ningún año", aunque reconoció que eso depende del crecimiento económico.
El superávit da "margen de maniobra" frente a la crisis
A juicio del vicepresidente, el superávit fiscal y el saldo positivo en las cuentas públicas logrado hasta ahora dan un "mayor margen de maniobra" para responder al menor dinamismo económico. En su opinión, el margen presupuestario disponible para impulsar la economía se tiene que utilizar en "dosis proporcionales a la ralentización". En este sentido, dijo que el superávit no tiene valor en sí mismo, aunque sí para afrontar situaciones de menor dinamismo, y debe usarse de forma "juiciosa y razonada".
Respecto a la deducción de 400 euros en el IRPF para asalariados, pensionistas y autónomos, subrayó que "está incluida en los presupuestos" y dentro del "gasto del sistema", por lo que descartó tener que reducir gastos en las cuentas públicas para compensar esta medida, en relación a las palabras del gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, que abogó por compensar este mayor gasto con recortes en otras áreas.
Para animar al sector de la construcción, recordó que el Ejecutivo potenciará la obra civil y la vivienda protegida, siempre sin obstaculizar el necesario ajuste de crecimiento de la vivienda libre, pero reconoció que "no podemos aspirar que el peso de la construcción en el PIB se mantenga, porque es probablemente excesivo".
Aunque destacó que la crisis de liquidez y de confianza originada por las hipotecas basura americanas ha contagiado a todo el mundo, resaltó la fortaleza del sector financiero nacional, por su nivel de provisiones y liquidez en relación al de las entidades de otros países.
Preguntado por las medidas para combatir la elevada inflación, aseguró que ésta es consecuencia del encarecimiento del petróleo y los alimentos, "donde poco se puede hacer", y añadió que el Gobierno seguirá trabajando para reducir el diferencial de 1 punto con los precios de la zona euro. El vicepresidente precisó que el "componente fundamental" de dicho diferencial está en los precios de los servicios y recordó que el Gobierno traspondrá en esta legislatura la Directiva Europea de Servicios, que otorgará "más competencia" a este sector y que debería traer consigo una bajada de los precios.