L D (EFE) En un mitin preelectoral celebrado en el Palacio de Congresos y Exposiciones de la capital turolense, al que han asistido unas dos mil personas, según el PSOE, Zapatero se ha referido a unas declaraciones del dirigente del PP Miguel Arias Cañete sobre la posibilidad de que las mujeres inmigrantes se hagan mamografías en España.
"Y desde aquí y en nombre de todos los españoles, quiero pedir disculpas a todas las trabajadoras inmigrantes, sean de donde sean, por la ofensa discriminatoria que ha hecho el dirigente del PP", ha insistido. Aunque no ha mencionado su nombre en ningún momento, Zapatero ha tenido palabras muy duras para Arias Cañete y ha preguntado a los dirigentes del PP si les parece bien que los inmigrantes trabajen "duro" y coticen a la Seguridad Social, pero no puedan hacerse una mamografía.
Para decir eso públicamente, al mismo tiempo que se quejaba de que los trabajadores inmigrantes servían con peor eficacia los cafés, "hay que tener ideas extraordinariamente rancias -ha reprochado a Arias Cañete-, conservadoras, excluyentes, absolutamente incompatibles con los valores constitucionales". "En el fondo -ha agregado- no se está pensando así de un trabajador inmigrante, se está pensando así de todos los trabajadores".
Por eso, ha hecho notar que España es un país que defiende la legalidad, digno, que trata dignamente y con respeto a la gente que llega a trabajar y que defiende sus derechos; "así queremos que nos reconozcan en el mundo", ha apostillado.
Al hilo de este mismo asunto, no ha rehuido tampoco pronunciarse sobre la propuesta del líder del PP, Mariano Rajoy, de hacer firmar a los inmigrantes un "contrato de integración", si gana en las próximas elecciones. Un diagnóstico en el que Zapatero no coincide.
Para decir eso públicamente, al mismo tiempo que se quejaba de que los trabajadores inmigrantes servían con peor eficacia los cafés, "hay que tener ideas extraordinariamente rancias -ha reprochado a Arias Cañete-, conservadoras, excluyentes, absolutamente incompatibles con los valores constitucionales". "En el fondo -ha agregado- no se está pensando así de un trabajador inmigrante, se está pensando así de todos los trabajadores".
Por eso, ha hecho notar que España es un país que defiende la legalidad, digno, que trata dignamente y con respeto a la gente que llega a trabajar y que defiende sus derechos; "así queremos que nos reconozcan en el mundo", ha apostillado.
Al hilo de este mismo asunto, no ha rehuido tampoco pronunciarse sobre la propuesta del líder del PP, Mariano Rajoy, de hacer firmar a los inmigrantes un "contrato de integración", si gana en las próximas elecciones. Un diagnóstico en el que Zapatero no coincide.