(Libertad Digital) Rajoy y Acebes exigen a Zapatero que condene y deje de apoyar a las "minorías violentas" que con el pretexto del “No a la guerra” llevan tres días provocando incidentes en manifestaciones ilegales y atacando sedes del PP. El líder socialista dice que esto son mentiras y niega el diálogo con Aznar si no es para que España retire el apoyo a la guerra.
Al término del gabinete de crisis del Ejecutivo y de su paralelo en el PSOE, Gobierno y oposición se han cruzado acusaciones casi simultáneamente en dos comparecencias públicas. El Gobierno ha defendido la actuación de las Fuerzas de Seguridad del Estado en las manifestaciones de protesta por la guerra de Irak desde el inicio de los ataques estadounidenses. Unas protestas, en su mayoría, ilegales que ni siquiera habían sido anunciadas.
El ministro del Interior, que ha comparecido junto al vicepresidente primero, considera "proporcionada" la respuesta de las Fuerzas de Seguridad ante la “provocación clarísima” de grupos violentos y organizados. Tanto Acebes como Rajoy han subrayado la "ilegalidad" de estas manifestaciones, para las que "ni siquiera se pidió autorización", y han explicado que tienen datos de que los incidentes los protagonizan "grupos violentos y organizados".
Violencia en nombre de la paz
"Estas minorías violentas lo que no pueden hacer es en nombre de la paz y de la tolerancia cortar calles y carreteras de manera ilegal, apedrear más de cincuenta sedes de partidos e instituciones, quemar contenedores, impedir el tráfico, insultar, amenazar e incluso agredir físicamente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad", ha señalado Acebes.
Rajoy ha hecho una "llamada a la sensatez y el sentido común" y a realizar un "juicio equilibrado" y ha apelado a la responsabilidad del PSOE y de IU para que condenen estas actuaciones y apoyen a la Policía en lugar de denunciar su actuación. "Sí me gustaría que hubiera una condena explícita por parte de los partidos políticos, IU y particularmente el PSOE, contra las actuaciones que son manifiestamente ilegales, contra las agresiones que se han producido hacia los miembros de las FSE y me gustaría también que hubiera una defensa por parte del PSOE en lugar de una denuncia como se está produciendo", ha destacado.
Acebes informó de que en el transcurso de esas concentraciones ilegales en Madrid se produjeron cuatro detenciones, dos por agresiones a agentes de la autoridad -un policía nacional y un municipal- y otras dos por quemar contenedores.
El "no a todo" de Zapatero
Para Rajoy, la posición de Zapatero, del que ha dicho que "intenta confundir a la opinión pública española" con sus manifestaciones sobre la participación española en la crisis, "en este momento es de no a absolutamente todo, y a mí sinceramente no me parece la labor propia de un partido de la oposición".
Casi al mismo tiempo comparecía en la sede socialista de la calle Feraz el líder del PSOE, que ha suspendido el acto electoral que tenía previsto para este sábado en Alcalá de Henares. Zapatero ha calificado de "mentiras e insidias" las declaraciones del Gobierno sobre la actitud del PSOE y su afán por radicalizar las protestas. "El Gobierno ha vuelto a mentir de una manera irreflexiva e irresponsable sobre la actitud de las fuerzas políticas democráticas. El primero que tiene que dar un ejercicio de responsabilidad y calma es el presidente del Gobierno”.
De esta forma Zapatero ha evitado condenar los últimos incidentes organizados por parte de manifestantes que escudados en el "No a la guerra" han atacado sedes del PP (hasta 50 desde la pasada semana), han boicoteado los actos de los ministros y dirigentes populares y han recurrido a la táctica de los batasunos, con insultos al Gobierno como “vosotros fascistas sois los terroristas”.
Sobre estos incidentes el líder socialista ha señalado que el Ejecutivo tiene la responsabilidad de gestionar bien el derecho a la expresión, manifestación, y la seguridad y la libertad de todos. "Estamos en una situación difícil y el Gobierno tiene que demostrar que sabe gestionarla", ha dicho Zapatero, que ha culpado al Ejecutivo de los disturbios. Nada ha dicho de los grupos que de forma organizada están creando situaciones de riesgo, tal y como ha señalado el ministro Acebes. La solución, ha apuntado Zapatero, pasaría porque "el Parlamento esté abierto y vivo". No ha especificado si abierto a aquellos que esta semana intentaron entrar en el Congreso, saltándose todas las medidas de seguridad y tratando de convertir el edificio que acoge la representación popular en escenario de protestas callejeras.
Sobre el diálogo que Aznar ha pedido a todos los partidos políticos para llegar a acuerdo futuros, Zapatero ha vuelto a negar repetidamente. "Si el consenso, es de apoyo a la guerra, la conmoción y el espanto, digo no, no, no, no y no. Si es parara reconsiderar la posición de España y del Gobierno ante la crisis, para retirase del apoyo a esta guerra estoy abierto al dialogo". Para añadir que "el Gobierno no ha ofrecido consenso sino que ha pedido el apoyo a una guerra ilegal, nunca lo tendrá por mi parte porque nunca apoyaremos una guerra ilegal". Paralelamente, y desde La Moncloa, Rajoy le ha recordado la postura del PSOE cuando la OTAN, ante la inoperancia de la ONU, tuvo que intervenir en Kosovo.