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El PSOE permitirá que el plan secesionista se debata en el Congreso con la oposición del PP

Este miércoles en el Congreso se ha escenificado el enfrentamiento que la tramitación parlamentaria del plan secesionista de Ibarretxe ha generado entre el PP y el PSOE. Mientras el portavoz del Grupo popular, Eduardo Zaplana anunciaba que los representantes de su grupo en la mesa votarán en contra de la admisión del Plan, el secretario general del grupo socialista, Diego López Garrido, trataba de restar importancia a la propuesta separatista y anunciaba que su grupo votará favorablemente porque “no tenemos miedo al debate”. 

Este miércoles en el Congreso se ha escenificado el enfrentamiento que la tramitación parlamentaria del plan secesionista de Ibarretxe ha generado entre el PP y el PSOE. Mientras el portavoz del Grupo popular, Eduardo Zaplana anunciaba que los representantes de su grupo en la mesa votarán en contra de la admisión del Plan, el secretario general del grupo socialista, Diego López Garrido, trataba de restar importancia a la propuesta separatista y anunciaba que su grupo votará favorablemente porque “no tenemos miedo al debate”. 

L D (EFE) Zaplana también anunció que su grupo solicitará que se habilite enero para que el Congreso pueda hacer frente cuanto antes a lo que describió como "el reto más importante de la democracia española desde el año 1977", ante el cual los diputados "no pueden estar de vacaciones".

Sin embargo esta propuesta se encontrará con la oposición del PSOE. Así lo anunciado López Garrido que ha dicho que "es una ocurrencia más" de los populares. El secretaro general del grupo socialista, que trató de cubrir de normalidad el plan secesionista, pidió "tranquilidad" al PP y que "contribuya al consenso" y no a la "provocación con iniciativas dispersas que no hablan con nosotros". 

Zaplana: "Por coherencia y respeto al Estado de Derecho" 

El PP cree que se debe de evitar la tramitación parlamentaria del plan por "coherencia" en el rechazo del PP a una iniciativa "secesionista". Zaplana, además, abogó por recurrir ante el Tribunal Constitucional el proyecto de reforma estatutaria vasca, porque la vía judicial y la política "no son excluyentes", y criticó al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero porque va a hablar "inmediatamente" con el lehendakari Juan José Ibarrexe –"el que amenaza con bofetadas"– sin haber concretado cita con el jefe de la oposición, Mariano Rajoy.

Insistió en que el Plan Ibarretxe es una iniciativa "rupturista" y "antidemocrática", contraria a la Constitución, que llega al Congreso "con el aval y el voto de ETA", razones por las cuales el PP, "por coherencia y respeto al Estado de Derecho", votará en contra de su admisión a trámite en la Mesa de la Cámara.  Zaplana abogó por habilitar enero y "agilizar todos los trámites" para que la Cámara Baja pueda pronunciarse "cuanto antes" respecto al "plan Ibarretxe", sea cual sea el momento en que el presidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa, lo registre personalmente en el Congreso de los Diputados. Considera que la habilitación de enero, que el PP solicitará ante la Mesa que se celebrará la próxima semana "es una medida obligada" por el alcance político de la iniciativa vasca.

Reiteró también la petición del PP al Gobierno para que recurra el plan ante el Tribunal Constitucional, bajo el argumento de que el Estado de Derecho debe defenderse desde todas sus instituciones, y ello pese a que el recurso que en su momento presentó el anterior Ejecutivo del PP fue desestimado por este tribunal. Recordó que ese rechazo se produjo por una cuestión formal, al entender el Constitucional que el plan no tenía efectos jurídicos porque sólo era un proyecto, algo que a juicio ahora no ocurre, ya que lo ha aprobado el Parlamento Vasco y sí hay repercusión jurídica. Convencido de la compatibilidad entre la vía judicial y la política para hacer frente a una iniciativa "clarísimamente secesionista", el portavoz del grupo popular sí que abogó por discutirlo "cuanto antes" en el Congreso, una vez que la Mesa lo haya calificado y, presumiblemente, acepte su tramitación.

Respecto a la actitud del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tras la aprobación del plan en el Parlamento Vasco, Zaplana criticó que el próximo viernes vaya a hablar con el lehendakari Ibarretxe para concertar una cita sin haber decidido aún cuándo se reunirá con Rajoy. A su entender, Zapatero "puede tener los pactos que estime convenientes" pero ello no debe apartarle del principio de que las cuestiones "esenciales" se dialogan con el principal partido de la oposición, como ocurre en todos los países democráticos. Por otro lado, consideró "acertadísima" la iniciativa del presidente de Navarra, Miguel Sanz, de pedir la convocatoria de la Conferencia de Presidentes Autonómicos, al considerar que "si algún sentido tiene" este foro "es ahora y en este momento" al existir "el motivo más importante para poderla convocar". 
 
López Garrido: "Tranquilidad" y "normalidad"
 
Por su parte, Diego López Garrido afirmó que los miembros de su partido en la Mesa del Congreso votarán a favor de la tramitación parlamentaria del plan Ibarretxe si éste contempla los requisitos formales que se exigen para su admisión. Garrido argumentó que la Mesa no es un Tribunal Constitucional que interviene para examinar el contenido de la propuesta sino que su función es analizar si cumple el procedimiento.

En este caso, los socialistas se expresarán a favor de admitir a trámite el plan del Lehendakari porque lo contrario sería "impedir el debate", que se va a producir y al que no le tienen "ningún miedo", recalcó el dirigente socialista. Explicó que el procedimiento se aplicará "con absoluta normalidad" tras ser calificado por la Mesa, previsiblemente como reforma estatutaria a efectos procedimentales porque así fue como se aprobó por el parlamento vasco, después se introducirá en el orden del día, para continuar con el debate a la totalidad que concluirá con el rechazo al plan.

"Ahí se acabará la vida de la propuesta", continuó, por lo que añadió que el procedimiento ha de seguirse sin "dilatar" el debate de la propuesta pero sin "forzar la máquina porque no es necesario ya que no existe este plan en el mundo jurídico", aseveró. Pero además, dijo que ni los socialistas ni el Gobierno respaldarán reformas estatutarias que exijan la modificación de la Constitución, que según su programa electoral afecta únicamente a la sucesión en la Corona, el Senado, la Constitución Europea y denominación de las CC.AA.

En relación a la propuesta del PP de que se habilite el mes de enero para que el Congreso pueda hacer frente cuanto antes al plan Ibarretxe consideró que "es una ocurrencia más" de los populares que "no se corresponde con la realidad de las cosas" ya que "es innecesario forzar las previsiones constitucionales y reglamentarias". "Le diríamos al PP que esté tranquilo porque las instituciones democráticas funcionan adecuadamente" y que "contribuya al consenso" dijo Garrido que tachó de "provocación" la presentación de "iniciativas dispersas que no hablan con nosotros".

También se dirigió a Ibarretxe para decirle que su plan "no es negociable" y que el consenso se debe obtener en el País Vasco, donde fracasó, porque "no puede pretender que el estado solucione lo que él no solucionó en Euskadi". Por ello, Garrido volvió a llamar a la calma política al expresar que al plan Ibarretxe, que ha seguido un "camino equivocado por los planteamientos, objetivos y aliados", hay que hacerle frente "con absoluta normalidad" y "sin miedo al debate" convirtiendo a Ibarretxe en un "maremoto español que va arrasándolo todo".

El dirigente socialista también se refirió a la propuesta del presidente del PP, Mariano Rajoy, al jefe del Ejecutivo para elaborar un pacto de Estado sobre el modelo territorial que garantice "la unidad de España" y alertó de que hay que tener cuidado de que "determinados pactos de Estado limiten el consenso a dos fuerzas políticas". "El mayor pacto de estado que hay es la Constitución", dijo Garrido, por lo que añadió que el PSOE está abierto a propuestas que amplíen los consensos y reticente a aquellas otras que parece que los reducen. Después de despreciar el ofrecimiento de Rajoy, también aludió a la propuesta del presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, de convocar la conferencia de presidentes autonómicos, uno de las aportaciones “estrella” de Zapatero a su llegada a La Moncloa, que ahora dice Garrido que todavía no ha sido examinada y  que será tratada "sin apresuramientos".

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