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La última voluntad de Inmaculada Echevarría fue que esparcieran sus cenizas en la costa de Pontevedra, donde fue "más feliz"

Inmaculada Echevarría dejó escrita su última voluntad y la dirigió a su hijo biológico, a quien pidió ser incinerada y que sus cenizas se esparzan en la costa de Pontevedra, el lugar donde fue "más feliz", según desveló este jueves a los periodistas uno de sus amigos, Cristóbal Entrena. Echevarría, que este miércoles murió en un hospital de Granada al ser desconectada del respirador que la mantenía con vida, entregó esa carta en un sobre a su abogado, Ignacio Fernández, a quien también pidió que velara por que se cumpliesen sus últimos deseos, indicó el amigo.

Inmaculada Echevarría dejó escrita su última voluntad y la dirigió a su hijo biológico, a quien pidió ser incinerada y que sus cenizas se esparzan en la costa de Pontevedra, el lugar donde fue "más feliz", según desveló este jueves a los periodistas uno de sus amigos, Cristóbal Entrena. Echevarría, que este miércoles murió en un hospital de Granada al ser desconectada del respirador que la mantenía con vida, entregó esa carta en un sobre a su abogado, Ignacio Fernández, a quien también pidió que velara por que se cumpliesen sus últimos deseos, indicó el amigo.
L D (Agencias) Entrena, que acudió al tanatorio del cementerio de San José de Granada, donde reposan los restos mortales de Inmaculada hasta la incineración prevista para este viernes, explicó que estuvo con ella hasta que la sedaron, que les agradeció todo lo que habían hecho por su causa y les pidió que siguieran luchando por todas las personas que se encuentren en su misma situación. Según este amigo, que la acompañó hasta que hizo efecto la sedación para evitarle todo sufrimiento, se despidió con un beso de los tres médicos, la celadora y la ATS que se encontraban en la habitación, además de él mismo.

Añadió que estuvo "serena" hasta el último momento y que sólo se puso "nerviosa" cuando supo que la dirección del Hospital de San Rafael de Granada, donde pasó los últimos diez años de su vida, decidió que no se le desconectase de la unidad de ventilación mecánica en sus instalaciones por motivos religiosos, pese a lo que también asumió con tranquilidad el traslado al Hospital de San Juan de Dios, dependiente del Servicio Andaluz de Salud y donde finalmente se cumplió ayer su voluntad.

Los amigos que acudieron hoy al tanatorio a despedir a Echevarría se encontraron con las puertas de la sala en la que se halla el féretro cerradas, medida que se ha adoptado para preservar su intimidad y ante la concentración de medios de comunicación, pero que motivó las quejas de sus allegados. Una de ellas fue Rosa María Moreno, quien dijo también sentir "tranquilidad y felicidad" tras cumplirse el deseo de Echevarría, quien "luchó por lo que quería".
Por la tarde se celebró un responso al que asistieron apenas una veintena de personas. Así lo indicó a los periodistas tras la celebración de la breve ceremonia religiosa, de la que no trascendió ni el oficiante ni el contenido, uno de los amigos más íntimos de Echevarría, Federico Oloriz.

Especificó que esta mujer navarra, que falleció a las 21 horas de ayer a los 51 años tras retirársele el respirador que la mantenía artificialmente con vida, "no quería un acto público, sino en la más absoluta intimidad", como así fue. Por ello dio "gracias a Dios", ya que Inmaculada vio cumplidos sus deseos "en todos los sentidos", al lograr la muerte digna que deseaba y al contar en su despedida tan sólo con sus más allegados.

Entre ellos no se encontraba su hijo biológico, que dio en adopción a los ocho meses por encontrarse ya impedida y fallecer su marido en un accidente de tráfico, quien acudió a Granada para despedirse de ella días antes pero no la acompañó cuando le desconectaron la unidad de ventilación mecánica -medida que no apoyaba- ni en la ceremonia funeraria religiosa.

Oloriz trasmitió "en nombre de Inma" y de todos cuantos han estado con ella "un grandísimo agradecimiento a todos", incluidos el Hospital de San Rafael y la orden de San Juan de Dios que lo gestiona y la Asociación por una Muerte digna, dijo. "Para mí es una grandísima tristeza haber pedido a una gran amiga y persona, que hacía mucho más por los demás de lo que se puedan imaginar, y una grandísima alegría porque ha conseguido lo que quería", apuntó con voz entrecortada por la emoción.

Además, pidió "por favor, respeto" para Echevarría y "todos los que la han ayudado", así como "disculpas" a los medios de comunicación por no querer desvelar más datos.

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