L D (Europa Press) El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha asegurado que la economía española crecerá este año por encima del 3,5 por ciento y situó en el 4 por ciento el crecimiento del PIB en el primer trimestre del año, el mismo porcentaje que el logrado en el último trimestre de 2006.
Durante la presentación del primer "Informe Económico del Presidente del Gobierno" en un acto oficial en la sede de la Bolsa y ante los principales empresarios del país, Zapatero indicó que la economía española registrará este año un "mayor equilibrio" entre la demanda interna y la externa, añadió que España seguirá creando "mucho empleo", aún moderándose el ritmo registrado en 2006, y enfatizó que continuará la "tendencia descendente" de la tasa de paro.
El jefe del Ejecutivo destacó, además, que seguirá mejorando la productividad, en línea con la tendencia ya manifestada en 2006, al tiempo que se desacelerará la inflación, salvo que los precios del petróleo se comporten peor de lo previsto. La menor inflación -añadió- y una posición fiscal que continuará mostrando una "considerable solidez" contribuirán a contener el desequilibrio exterior.
En este sentido, indicó que los datos del primer trimestre de este año corroboran las perspectivas anunciadas. Así, resaltó que las afiliaciones a la Seguridad Social han acelerado su crecimiento respecto al trimestre interior y que la producción industrial sigue creciendo por encima del 4 por ciento, al tiempo que las exportaciones han mantenido la tónica de la segunda mitad de 2006, con crecimientos cercanos al 10 por ciento.
Igualmente, destacó que el periodo de expansión de la economía española, que ya dura década y media, ha permitido situar el desempleo "prácticamente en el promedio europeo", hasta alcanzar la tasa del 8,3 por ciento, "la más baja desde hace casi 30 años". Además, resaltó que la "reducción significativa" de la inflación (hasta situarla en el 2,5 por ciento en marzo), el "consistente" superávit presupuestario de las administraciones públicas o el "elevado" crecimiento de la inversión muestran el "excelente" comportamiento de la economía española.
"A lo largo del último año, España ha crecido más que cada uno de los países del G-7 y es este lunes ya la octava potencia económica mundial, con un PIB que supera el billón de euros. En los tres últimos años, hemos creado cerca del 40 por ciento del empleo de la UE, más que Francia, Alemania, Italia y Reino Unido juntas", reiteró.
El jefe del Ejecutivo hizo también especial hincapié en que este crecimiento económico ha permitido disminuir más de diez puntos en los últimos cinco años las diferencias de renta per cápita entre las regiones españolas más ricas y más pobres. Por ello, aseguró que España es este lunes un espacio económico "cada vez más integrado y con una mayor justicia y equidad territorial". "Vivimos más como europeos y somos más iguales entre nosotros", insistió.
2006 "el mejor de la democracia"
Zapatero, que destacó que el año 2006 ha sido "el mejor de la democracia" en términos económicos, manifestó no obstante que la economía española debe hacer frente a diferentes desafíos y retos futuros, y añadió que el "exceso de autocomplacencia hace perder la perspectiva".
En este sentido, indicó que uno de los retos principales de la economía española es la necesidad de crear empleo y simultáneamente aumentar la productividad, por lo que afirmó que es preciso mejorar la inversión en infraestructuras, en capital humano y en investigación, y apeló a la necesidad de promocionar la competencia de los mercados, la dinamización del tejido empresarial y la mejora de la regulación pública.
En infraestructuras, recordó el Plan Estratégico de Infraestructuras del Transporte y el Programa AGUA, que permitirán a España, según dijo, converger en 2020 en dotación de capital público por habitante con el conjunto de los países más ricos de la UE.
Alcanzar "mayores y mejores" niveles educativos, superar el "retraso" que sufre en España en ciencia y tecnología y mejorar las políticas que garanticen un buen funcionamiento de los mercados, mejorando la competencia y la regulación sectorial, son otros de los retos a los que, según Zapatero, debe hacer frente la economía española.
En materia laboral, insistió en la idea de incentivar la cantidad y calidad del empleo, combinando la "necesaria flexibilidad" con la protección y seguridad, y adelantó que el Gobierno continuará los esfuerzos dirigidos a reducir la segmentación del mercado de trabajo y la temporalidad, a incrementar la tasa de empleo de algunos colectivos y a adecuar mejor la correspondencia entre salario y productividad dentro de las empresas. Todo ello --añadió-- mediante el diálogo social y el respaldo de todos los agentes sociales.
En cuanto al sistema público de pensiones, señaló que la reforma aprobada el pasado año contempla un "seguimiento permanente" del sistema por parte de los firmantes del acuerdo, lo que permitirá, "si fuera necesarias nuevas reformas", su adopción en el marco del diálogo social. "Este es un valor añadido del círculo virtuoso de nuestra situación económica al que no vamos a renunciar", enfatizó.
Zapatero, que estuvo flanqueado en la presentación del informe por el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, y el director de la Oficina Económica de Moncloa, David Taguas, identificó el déficit por cuenta corriente (situado por encima del 8 por ciento del PIB) como el segundo de los desafíos de la economía, y lo atribuyó fundamentalmente al crecimiento de la inversión, que se ha incrementado hasta situarse por encima del 30 por ciento del PIB, aunque señaló que este crecimiento "no está exento de riesgos".
Lo mejor, la lucha contra el cambio climático
El jefe del Ejecutivo subrayó que todos estos retos llevarse a cabo en un contexto de "sostenibilidad y respeto por el medio ambiente" y con una actitud "responsable" ante el "importante desafío planetario" que representa el cambio climático. En este punto, defendió el cumplimiento del Protocolo de Kyoto, y recordó los planes de eficiencia energética puestos en marcha por el Gobierno para reducir la dependencia energética de la economía española.
Por último, afirmó que la política fiscal es una herramienta macroeconómica básica del Ejecutivo para impulsar el crecimiento potencial, fortalecer la protección social y afianzar el Estado de Bienestar. En este sentido, mencionó los superávits presupuestarios de 2005 y 2006, y añadió que el saneamiento de las cuentas públicas ha permitido al Gobierno reducir la imposición del IRPF y del Impuesto sobre Sociedades.
Zapatero, que al inicio de su discurso quiso dejar claro que el primer 'Informe Económico del Presidente del Gobierno' es una iniciativa que "comprometerá ya en el futuro" a los jefes del Ejecutivo con independencia de su identidad política y se convertirá en una "sana tradición", concluyó su intervención señalando que detrás de los porcentajes y las "frías cifras" hay 44 millones de personas. "Ellas son nuestra verdadera preocupación (...). Prefiero trabajar pensando en personas y no sólo en cifras macroeconómicas", subrayó.