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España vuelve a hacerse cargo de inmigrantes rescatados en alta mar tras negarse Malta a su salvamento

El Gobierno español ha tenido que hacerse cargo de los 26 inmigrantes de Costa de Marfil que el sábado rescató el pesquero español Monte Falcó en aguas del Mediterráneo después de intentar desembarcarlos en Malta. La ex colonia británica argumenta que los ilegales fueron recogidos en aguas libias y no son responsables de su salvamento. Tras una nuevas negociaciones fallidas, un portavoz de la Oficina de Información Diplomática ha confirmado que el atunero se dirigirá a España. No es la primera vez que nuestro país tiene que responsabilizarse de inmigrantes rescatados tras fracasar las negociaciones de Exteriores. Ya sucedió con los 370 del Marine I en Senegal, los más de 300 del Happy Day en Guinea Conakry, o los que rescató otro pesquero español, el Francisco y Catalina en aguas de Malta.

El Gobierno español ha tenido que hacerse cargo de los 26 inmigrantes de Costa de Marfil que el sábado rescató el pesquero español Monte Falcó en aguas del Mediterráneo después de intentar desembarcarlos en Malta. La ex colonia británica argumenta que los ilegales fueron recogidos en aguas libias y no son responsables de su salvamento. Tras una nuevas negociaciones fallidas, un portavoz de la Oficina de Información Diplomática ha confirmado que el atunero se dirigirá a España. No es la primera vez que nuestro país tiene que responsabilizarse de inmigrantes rescatados tras fracasar las negociaciones de Exteriores. Ya sucedió con los 370 del Marine I en Senegal, los más de 300 del Happy Day en Guinea Conakry, o los que rescató otro pesquero español, el Francisco y Catalina en aguas de Malta.
L D (Europa Press) La decisión de traer el barco a España se debe a la "situación crítica" que se vive a bordo, según señaló el capitán del Mont Roig, Pedro Peredo. Este barco se encuentra muy próximo al Monte Falcó y Peredo ha hablado con el capitán de éste último que le ha asegurado que "llevan 4 días con 26 inmigrantes a bordo, desde el viernes por la noche, y no saben qué hacer".
 
Según Peredo "su situación es desesperada porque se encuentran totalmente abandonados y desesperados". A todo ello se suma que el atunero español no está provisto para aguantar demasiado tiempo con tanto pasaje ya que por ejemplo no disponen de mucha ropa de abrigo ni mantas. Las inclemencias del tiempo tampoco están jugando a favor del pesquero catalán ya que se encuentran en una zona en la que se están dando olas de hasta tres metros y vientos de 6 ó 7 nudos. Por todo ello el Ministerio de Asuntos Exteriores espera que el atunero pueda regresar pronto a España, para desde aquí iniciar los trámites pertinentes para estos 26 sin papeles.
 
Negociaciones fallidas
 
El sábado, las autoridades maltesas fueron informadas por los centros de rescate de España e Italia del rescate de los 26 inmigrantes en aguas libias. Una vez informados, Malta aseguró que debido a que la operación se desarrolló en aguas libias, y el barco tenía bandera española entraría en conversaciones con Libia para que éste país se hiciera cargo ya que Malta no lo haría en ningún caso.
 
Mientras tanto, el barco español, al parecer con base en Sant Carles de la Rapita (Tarragona) entró en la zona de búsqueda y rescate de Malta por lo que solicitó a este país desembarcar allí a los 26 inmigrantes.
 
Una vez más Malta rehusó aceptar a estas personas por lo que el pesquero español inició conversaciones con un barco italiano para que los inmigrantes fueran trasladados allí. A su vez, las autoridades españolas insistieron a Malta para que dejase desembarcar a los inmigrantes irregulares a lo que Malta contestó que había recibido información de la tripulación a bordo del pesquero español que decía que el barco italiano se haría cargo de ellos por lo que su ayuda ya no era necesaria. La embarcación española estuvo esperando hasta las diez de la noche del pasado sábado por la ayuda del barco italiano, ayuda que nunca llegó.  
 
"Es muy probable que necesiten asilo"
 
Según el Alto Comisionado para Refugiados de Naciones Unidas, ACNUR, las 26 personas recogidas eran originarias de Costa de Marfil, por lo que una vez se encuentren en España la organización se encargará de "explicarles sus derechos y analizar las peticiones de refugio político", porque "es muy probable que necesiten asilo". Algo que también señaló un portavoz de la OID al afirmar que la inestable situación de su país de origen haría pensar en todas las vías posibles una vez estas personas se encuentren en España.

Esta situación recuerda a la vivida por el barco español Francisco y Catalina, con base en Santa Pola (Alicante) que el pasado mes de julio recogió a 100 millas de la costa maltesa a 51 inmigrantes. Algunos de ellos se encontraban en mal estado y por ello el capitán del barco solicitó al país mediterráneo poder desembarcar en uno de sus puertos, una petición que Malta denegó.

Tras diez días de luchas diplomáticas, finalmente Malta cedió, aunque los inmigrantes, una vez en tierra, fueron trasladados a España para iniciar así los posteriores trámites de repatriación. Nuestro país también tuvo que responsabilizarse de los 370 del Marine I en Senegal o los más de 300 del Happy Day en Guinea Conakry.

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