(Libertad Digital) El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, dejó clara la posición del Gobierno socialista cuando, en su visita a Cuba, se negó a reunirse con la disidencia en la isla, una actitud que ha sido duramente criticada tanto por los dirigentes democráticos en el país, como por EEUU o la "Freedom House".
Esta actitud forma parte de la actitud de apaciguamiento, o de diálogo, que mantiene el Gobierno de José Rodríguez Zapatero con Cuba. Para lavar el agravio de Moratinos a los partidarios de la democracia en la isla y para informar de la política del Gobierno hacia la dictadura, el director general para Iberoamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, Javier Sandomingo, se reunió en la tarde de este martes con varias organizaciones del exilio, más Movimiento Cristiano de Liberación, que tiene a la práctica totalidad de sus miembros en la isla-cárcel.
Sandomingo, "en un entorno cordial", como se asegura desde varias asociaciones y desde la agencia EFE, pidió con insistencia a las asociaciones que tuvieran "paciencia" ante la actitud dialogante del Gobierno. "¿Tendremos que esperar otros cincuenta años?", preguntó al funcionario Wenceslao Cruz. Rigoberto Carceller, de Plataforma Democracia Ya, ha declarado a Libertad Digital que "nos presentó un plan que podría traer resultados a largo plazo", pero los cubanos "no pueden esperar más".
Además, duda de las intenciones reales del Gobierno. Por ejemplo, Moratinos ha enviado una circular a sus homólogos europeos diciendo que el Gobierno español tomará la iniciativa de pedir sanciones, en caso de que no haya cambios en un año. "Pero el régimen sabe que antes se producirán elecciones democráticas en España", no se sabe qué cambios podrá haber en la política del Gobierno y sabe que esa circular no tiene ningún efecto real.
Carlos Payá, de Movimiento Cristiano de Liberación, ha declarado a Libertad Digital que "la interlocución entre el Gobierno y la disidencia no existe". De nada sirven reuniones como la de este martes, dice, e insiste en que las reuniones entre representantes del Ejecutivo español y los partidarios de la democracia en la isla ha de producirse en La Habana. Payá le exige al Gobierno que, más allá de declaraciones generales sobre la democracia, tome "medidas concretas. Que apoye iniciativas concretas de ayuda a la disidencia, que ya existen".
Sandomingo hizo mención de la visita, guiada por el régimen, que los días 29 y 30 de mayo hizo el encargado de derechos humanos del Ministerio (Fernando Fernández Arias) a tres cárceles cubanas. Fernández Arias volverá a reunirse con funcionarios de segundo nivel para hablar de derechos humanos.
Tanto Rigoberto Carceller, de Plataforma Democracia Ya, como Wenceslao Cruz, en comunicación con Libertad Digital, han destacado que esas conversaciones no tienen valor, ya que quien manda en el régimen son los hermanos Castro, que ya han anunciado su inflexible negativa a dialogar. Esa actitud de apaciguamiento hacia el régimen es opuesta a la que expresó Javier Sandomingo hacia las posturas firmes contra la dictadura que mantienen la República Checa y su ex presidente, Vaclav Havel, así como Alemania y EEUU.
Wenceslao Cruz, de la Unión Liberal Cubana, preguntó a Sandomingo: "¿Qué hay de malo en las iniciativas de apoyo a la disidencia y a los presos políticos cubanos, que ha propuesto el Partido Popular en el congreso español y que ellos han rechazado apoyar?". La respuesta de Sandomingo fue evasiva: "no estamos en el Congreso".