(Libertad Digital) María Antonia Munar, líder de Unió Mallorquina (UM), con tan sólo el 6 por ciento de los votos, ha sido la llave de la gobernabilidad en Baleares. Esta vez le ha abierto la puerta al PSOE, pese a que en 2003 Jaume Matas le dio más poder que nunca en el Consejo de Mallorca (equivalente a una diputación provincial). Ahora, sin embargo, y aunque el PP en Baleares consiguió el 47 por ciento de los sufragios, el PSOE el 32 por ciento y UM tan sólo el 6 por ciento de los votos, el partido que preside Munar se ha convertido todavía más, ley electoral mediante, en pieza clave en las tres principales instituciones de las islas Baleares.
Mientras los líderes de los dos principales partidos se encerraban en sus despachos para preparar sus sendas estrategias para seducir a Munar, ella, sabedora de su privilegiada posición, se dedicaba a acudir a sus preferidas y selectas tiendas de lujo, antes de decantarse finalmente por el PSOE balear que lidera Francesc Antich.
Y es que un día antes de que anunciara su decisión de apoyar "gobiernos de izquierdas" y de renunciar a mantener conversaciones con el PP para evitar que la negociación con el PSOE "parezca una subasta", María Antonia Munar se dedicó a comprar gran cantidad de artículos en la madrileña tienda de Louis Vuitton, la boutique más cara de Madrid, sita en la calle Ortega y Gasset.
Multimillonaria
A nombre de Munar aparecen en los registros de la propiedad de la Isla, fincas, naves industriales, oficinas y pisos por valor de, al menos, 13 millones de euros. También tiene negocios. Dos empresas de transportes que gestiona junto a su marido. Con los camiones de la primera empresa traslada la grava con la que se asfaltan las carreteras que ella misma adjudica. Y con los camiones de la segunda empresa, según publica El Mundo, desplaza el carbón a la central térmica más importante de Baleares, cuyas competencias urbanísticas y medioambientales confluyen en ella misma.
Ideario de Unió Mallorquina
El partido de María Antonia Munar defiende la identidad mallorquina como elemento diferenciador, culpa a los inmigrantes de los males que asolan la Isla y apuesta por cerrar los comercios chinos. Y su mayor interés era controlar el urbanismo en la alcaldía de Palma, en el Consejo de Mallorca y también en la Comunidad Autónoma. Y todo pese a que Munar se acostó al terminar la noche electoral con menos votos que nunca, tan sólo 28.082, frente a los 193.000 del PP y a los 113.000 que consiguió el PSOE. Pero también con más poder que nunca, por la posición clave que obtenía al poder facilitar tanto el gobierno del PP como el del PSOE. Jaume Matas -ahora camino de Estados Unidos en donde quiere fijar su retiro-, después de conocer los resultados, confesó a los suyos: "Munar ha ganado las elecciones".