LD (EFE) Cerca de seiscientos estudiantes radicales que permanecían atrincherados en la Mezquita Roja de Islamabad se entregaron a las autoridades de Pakistán, un día después de los enfrentamientos entre radicales y fuerzas de seguridad que causaron doce muertos y unos cien heridos.
El templo permanecía desde hace cinco días rodeados por fuerzas militares y policiales cuando se desataron los enfrentamientos a tiros. Informes de los servicios de inteligencia desvelaron que los responsables del recinto habían contactado con terroristas suicidas de la región de Waziristán, fronteriza con Afganistán.
Según la cadena de televisión paquistaní Geo TV, en el área que rodea a la mezquita, el Gobierno ha declarado además un toque de queda, ha pedido a la población que permanezca en sus viviendas y ha solicitado la presencia de doctores y ambulancias.