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Restituido en el cargo el presidente del Supremo cesado por Musharraf

El Tribunal Supremo de Pakistán restituyó, este jueves, en el cargo a su presidente, Iftikhar Chaudhry, con un veredicto que supone un mazazo para el Gobierno del general Pervez Musharraf, asediado, también, por una ola de atentados islamistas. Tras la crisis de la Mezquita Roja han muerto 150 personas en ataques indiscriminados contra objetivos militares y extranjeros, en especial, chinos.

El Tribunal Supremo de Pakistán restituyó, este jueves, en el cargo a su presidente, Iftikhar Chaudhry, con un veredicto que supone un mazazo para el Gobierno del general Pervez Musharraf, asediado, también, por una ola de atentados islamistas. Tras la crisis de la Mezquita Roja han muerto 150 personas en ataques indiscriminados contra objetivos militares y extranjeros, en especial, chinos.
L D (EFE) Tras 43 días de audiencias, el Alto Tribunal declaró inconstitucional la decisión del general paquistaní, quien apartó de su cargo a Chaudhry el pasado 9 de marzo, alegando "abuso de poder" y "conducta inapropiada".
 
"Se considerará que el presidente del Tribunal Supremo ha mantenido su cargo durante todo este tiempo", dictó el panel de jueces.
 
El magistrado, jaleado por decenas de personas y escoltado por sus abogados, salió exultante del edificio del TS tras conocer la decisión.
 
Aunque Musharraf no se ha pronunciado aún sobre la decisión del Supremo, el Gobierno paquistaní aceptó estoicamente el veredicto, mientras que la oposición lo interpretó como un golpe a la legitimidad del régimen.
 
Uno de los asistentes de Musharraf, que quiso guardar el anonimato, adelantó que el presidente no recurrirá el veredicto del Supremo y recordó que siempre dijo que respetaría la decisión de la corte.
 
La reacción oficial llegó con un comunicado del primer ministro paquistaní, Shaukat Aziz, quien dijo "aceptar con gracia y dignidad" el veredicto del TS. "No es hora de cantar victoria o derrota. La Constitución y la ley han prevalecido y siempre prevalecerán", proclamó Aziz.
 
El primer ministro aprovechó la ocasión para llamar a la "unidad" y la "cohesión" del país para hacer frente a la "ola de extremismo" que está asolando Pakistán, en alusión a los once ataques terroristas de esta semana.
 
Por su parte, el secretario general del Partido Popular de Pakistán -fuerza política de la ex primera ministra Benazir Bhutto-, Jahangir Badr, opinó que la restitución de Chaudhry es una "victoria para el pueblo de Pakistán", y urgió a Musharraf y Aziz a abandonar el poder.
 
También pidió la dimisión de Musharraf la Liga Musulmana del ex primer ministro Nawaz Sharif, quien a través de su secretario general, Zafar Iqbal Jhagra, aseguró que el general paquistaní ha perdido "toda la autoridad moral" para gobernar el país.
 
Con diez votos a favor y tres en contra, el panel de jueces del Supremo estimó procedente el recurso presentado por el juez y declaró "ilegal y nula" la decisión presidencial de marzo.
 
La crisis judicial provocó una escalada de violencia en mayo en la visita del magistrado a la ciudad sureña de Karachi, donde al menos 41 personas murieron cuando turbas armadas progubernamentales impidieron que Chaudhry acudiera a un acto en esa ciudad.
 
El juez se había erigido en símbolo de un movimiento de contestación sin precedentes en el régimen de Musharraf.
 
Mientras el general lidiaba con el "caso Chaudhry" apelando a la libertad judicial, los radicales islámicos atrincherados en la Mezquita Roja de Islamabad abrieron un nuevo foco de crisis para el régimen paquistaní.
 
El general paquistaní se enfrenta a la crisis más grave desde que llegó al poder mediante un golpe de Estado incruento en 1999, en un año en que espera ser reelegido como presidente por el vigente Parlamento antes de que se celebren los comicios legislativos a finales de este año o principios de 2008.
 
La restitución del magistrado podría dificultar esta maniobra del general, ya que, según aseguró el presidente del colegio de abogados del TS, Munir Malik, Chaudhry fue apartado del cargo cuando estaba apunto de llevar un caso sobre si, según la Constitución, Musharraf podía presentarse de nuevo a las elecciones.
 
Sin embargo, el ministro de Justicia, Wasi Zafar, afirmó que el Gobierno espera que Chaudhry no asuma, "por principio", ningún caso que afecte al presidente y al primer ministro, autores de la acusación que lo apartó del cargo.

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